La Cámara de Diputados de Oaxaca aprobó que menores de edad ya no podrán comprar refrescos o comida chatarra en el estado.
En lo que va del año 150 mil tienditas cerraron en México, de acuerdo con un estudio de la consultoría Bain & Company, esto debido a la pandemia que las llevó a la quiebra durante el periodo de aislamiento social, y se espera que de continuar las condiciones sanitarias como hasta el momento, otras 50 mil más podrían desaparecer mensualmente.
Aunado a eso, el cierre de este tipo de microcomercio en México podría agudizarse con la reciente prohibición que impuso Oaxaca a las bebidas embotelladas, alimentos empaquetados o enlatados, pues alrededor del 70 por ciento de los productos que ofrecen los puntos de venta pertenecen a este grupo ultraprocesado.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes prohibir la venta de estos productos es una medida que colapsará a muchos de los pequeños comercios de Oaxaca.
“Provocaría pérdida de empleos, más cierres de negocios y desesperanza en las familias que de esto viven. Con esta iniciativa, en Oaxaca una persona de 17 años podrá trabajar, conducir un vehículo, hacer su servicio militar, pero no comprar un chocolate, un panecillo o refresco en su tienda de barrio», señalaron en un comunicado.
Por su parte los pequeños comerciantes señalan que esta nueva ley los orillará a cerrar definitivamente, ya que la venta de otro tipo de productos como antojitos locales o dulces tradicionales, es mayormente enfocado a los turistas, y los niños de la región no muestran tanto interés en ellos.
Luis, dueño de un pequeño local, comparte que sus ventas se han reducido a más de la mitad desde que inició la pandemia, y que es la venta de este tipo de productos la que mantiene a flote su negocio.
“Ahorita las ventas yo creo que disminuyeron un 50 por ciento, pero en fines de semana bajan hasta 30 o 40 por ciento, como no hay hoteles, clases y los ambulantes sólo vienen tres días”, declara.
En redes sociales la propuesta fue bien recibida por muchos usuarios que señalan este es un gran paso para disminuir y controlar la obesidad y la diabetes infantil en México, sin embargo hay quienes advierten que la mejor herramienta para reducir el consumo de este tipo de productos es brindando educación nutrimental a los menores y padres de familia y no fomentando la prohibición.
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