El #RegresoAClases a distancia supone una reto para el gobierno, empresas y sociedad en general. Hoy más que nunca apostemos por la educación y el conocimiento
La pandemia nos agarró con los dedos en la puerta en materia de educación. Veníamos cargando un rezago que ahora con el intento de regreso a la nueva normalidad se hizo más evidente.
En una carrera donde las autoridades deberán intentar que los corredores no lleguen tan desfasados unos de los otros, pero sin olvidar la triste realidad de muchos de sus competidores y sus graves carencias.
¿Qué hacer? Por lo pronto aceptar el panorama e intentar ir a la raíz de problema, pues poco se podrá hacer ofreciendo el contenido por distintas vías, sino se entiende la necesidad y utilidad de adquirir el conocimiento.
Una labor titánica que requerirá del trabajo en equipo de autoridades, escuelas, maestros, alumnos y padres, en donde ninguno puede tener otro objetivo que no sea la educación, el desarrollo y la evolución.
Pero si creen que los alumnos la tendrán difícil a partir del 24 de agosto, miren nada más la tarea que le espera al Secretario de Educación Pública, al Presidente y demás organismos gubernamentales.
Académicamente hablando tendrán que definir cómo se medirá el desempeño de los alumnos con este nuevo método a distancia y qué herramientas tendrán los profesores para ello? ¿Con qué lineamiento examinará? Y cómo buscarán que los estudiantes que menos tienen puedan acceder a una tele, computadora o incluso al servicio de la luz.
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— imagenzea (@imagenZea) August 4, 2020
A nivel social esperamos cambios y convenios con diversas empresas para que los padres y madres que deban regresar a trabajar de forma presencial, tengan opciones para seguir quedándose en casa y sus hijos puedan tomar las clases si su edad no les permite quedarse solos.
Apoyos para quienes perdieron su empleo y tendrán que cambiar la educación privada por la pública. Y controles para evitar la deserción escolar sobre todo en los que menos tienen.
Y bueno, ni qué decir de los retos políticos, de entrada enfrentarse a organizaciones como el SNTE o la CNTE que ni tardos ni perezosos ya empezaron a quejarse de todo lo que les falta para ponerse a trabajar, sin que hasta ahora hayan dado una solución o compromiso que nos diga que les interesa tantito la educación.
Y más vale que desde hoy se empiece a pensar en un fondo para el regreso presencial de clases, pues muchas escuelas requerirán de servicios básicos, telecomunicaciones y agua para poder garantizar que los alumnos cumplan las medidas básicas de higiene, pues no podemos olvidar que todo esto se hará en tiempos de pandemia.
Como verán, nos enfrentamos a uno de los retos más grandes de la historia. En donde está en juego el destino de las próximas generaciones. Y el desarrollo de todo un pueblo que ya no necesita creer que la solución está en un mesías, sino en el conocimiento que sólo se podrá obtener gracias a una buena educación.
IPR
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