El avión presidencial puede transportar a 80 pasajeros, cuenta con una elegante oficina y sala de juntas, recámara King Size y pantallas para cada usuario
El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó la reunión del Gabinete de Seguridad y la conferencia matutina en el hangar de la Fuerza Aérea Mexicana, donde se encuentra el avión presidencial en tanto se concreta su venta.
Entre las especificaciones del avión tipo Boeing 787, “José María Morelos y Pavón”, están las siguientes: puede transportar a 80 pasajeros divididos en cuatro secciones; cuenta con una elegante oficina y una sala de juntas; una cama King Size en la habitación presidencial, con regadera y caminadora; Internet de alta velocidad; teléfonos satelitales, pantallas para cada usuario.
“El propósito de hacer esta rueda de prensa con el avión de fondo es para dar a conocer al pueblo de México cómo se malgobernaba al país, cómo había lujos en el gobierno durante todo el periodo neoliberal. Se le daba la espalda al pueblo, sobre todo a la gente humilde, a la gente pobre, y los altos funcionarios vivían colmados de privilegios, de atenciones. Era un gobierno de ricos, para ricos, con un pueblo pobre. Ese fue el distintivo de los gobiernos neoliberales”, remarcó.
La aeronave tiene tres áreas principales: la zona de grupo de trabajo, la de comitiva presidencial y el área de Presidencia. En la parte delantera tiene una cocina para las áreas de grupo de trabajo y comitiva, mientras que en la zona trasera, hay otra cocina que daba servicio a la prensa, cuya área tiene capacidad para 42 pasajeros.
En la sección de comitiva del presidente hay un área para los altos funcionarios y acompañantes con asientos completamente reclinables y su propio sistema de entretenimiento.
“Este avión es un ejemplo de los excesos que se cometieron. Se iba a terminar de pagar por este avión cerca de 7 mil millones de pesos, que fue un financiamiento. Nada más el costo de mantenimiento, de viajes al año, significa alrededor de 150 millones de pesos”, agregó López Obrador.
El jefe del Ejecutivo recordó que si se hubiera construido el aeropuerto de Texcoco, se tendría que desmontar el hangar de la Fuerza Aérea Mexicana en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el cual costó casi mil millones de pesos.
“Acabo de inaugurar una ampliación en este aeropuerto, costó 500 millones de pesos. Esto lo cobraron en mil millones”, acotó.
Aseguró que continuará el plan de austeridad republicana para acabar con los lujos, el derroche y la corrupción, teniendo de fondo el avión presidencial que en la parte delantera, también cuenta con una zona de descanso para la tripulación en caso de vuelos de larga duración.
IPR
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