Con este enorme avance tecnológico China entra a la vanguardia y a la competencia por la conquista del espacio exterior junto a otras potencias
Este jueves, la agencia espacial de China lanzó con éxito la misión Tianwen-1 que, tomando el nombre de un poema tradicional, sale de la Tierra para responder a las ‘Preguntas celestiales’ sobre los misterios del cosmos.
El lanzamiento, aunque anunciado, no fue retransmitido en directo y de acuerdo con medios locales, algunos cientos de personas que se reunieron en los alrededores de la plataforma de lanzamiento de Wenchang, en la isla china de Hainan, pudieron presenciar el acontecimiento.
Esta es la primera misión china a Marte, la cual orbitará el planeta rojo y se espera aterrice en él en los próximos 7 meses.
La Tianwen-1 tiene previsto llegar a Marte en febrero del 2021, llevando a bordo 13 instrumentos científicos para explorar el terreno, mientras mantiene un orbitador explorando desde lo alto el suelo marciano. Todo en una sola misión.
“Si se logra, supondrá un gran avance técnico“, argumentan los investigadores involucrados en el proyecto en la revista ‘Nature Astronomy‘.
“Nunca nadie había logrado tachar todos estos ítems de una sola vez. Y mucho menos en solitario”, destacan.
Con este enorme avance tecnológico China entra a la vanguardia de desarrollo astronáutico interestelar, el cual se ha convertido en una lucha entre potencias por “conquistar” el espacio.
El orbitador ‘Hope’ de los Emiratos Árabes, lanzado este lunes, y la misión ‘Perseverance’ de la NASA, que saldrá la semana que viene conforman una triada de proyectos que buscan lanzarse en la carrera hacia el planeta rojo.
La conquista del espacio exterior se planteó desde el principio como una competición científica, tecnológica y geopolítica.
Durante la Guerra Fría, el juego era entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Ahora, la rivalidad se centra entre otros jugadores. Europa tiene sus propias ambiciones espaciales, igual que India, Israel, Japón, Estados Unidos y China. Esta última, sin embargo, apuesta por continuar su camino en solitario.
El alunizaje de China en el lado oscuro de la Luna, lograda a principios del 2019, sorprendió al mundo porque, hasta entonces, nadie sabía que había una misión en curso.
“Siendo pragmáticos, se espera que la Tianwen-1 sea la misión más completa para investigar la morfología, la geología, la mineralogía, el ambiente espacial y la distribución del suelo y el hielo de agua en Marte”.
Pero, mirando ya hacia las estrellas, las esperanzas son que Marte ofrezca una oportunidad sustancial y pragmática para responder preguntas clave sobre la existencia de vida extraterrestre, el origen y la evolución del Sistema Solar y explorar la posibilidad de instalar hábitats humanos”, destacan los especialistas.
Con información de RT en Español
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NCV