Guillermina iba a su trabajo la última vez que se supo de ella, lo que era un caso de desaparición, terminó siendo otro caso más de feminicidio
Ser pobre y mujer en México es un asunto peligroso, algunas salen a trabajar y nunca se vuelve a saber de ellas, otras pasan a ser una estadística del feminicidio, como ocurrió con Guillermina.
El pasado 8 de julio Guillermina Rubín Ramírez, de 31 años de edad, salió de su casa, ubicada en San Francisco Totimehuacán, junta auxiliar de Puebla capital, para dirigirse a su trabajo.
Su madre, una mujer de escasos recursos, informó que al siguiente día se encontró su cabeza dentro de una bolsa de plástico en Santa Clara Ocoyucan, municipio conurbado con Puebla, mientras que otras partes del cuerpo se hallaron, igual en bolsas, en la colonia Guadalupe Hidalgo de esta ciudad.
La desesperada mujer acudió a una estación de radio local para pedir que les entreguen el cuerpo de Guillermina y poder darle sepultura, pues aseguró no se las han dado porque faltan los pies.
Aprovechó el espacio para solicitar recursos para realizarle, cuando ea el momento, un funeral a su hija.
Por su parte el gobernador de Puebla, Mieguel Barbosa, confirmó esta mañana, en su conferencia de prensa el caso y dijo que el cuerpo no ha sido entregado a la familia, pues se realizan pruebas genéticas para corroborar que sean partes del mismo cuerpo.
Agregó que el crimen, al que calificó como horrendo, no quedará impune y se va a resolver como se ah hecho en cada caso.
Puebla ha registrado varios asesinatos contra mujeres que califican como feminicidios, las cifras varían según la fuente, algunos ponen a este como el número 76.
DMS
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