La historia de ambas mujeres se suma a la de 12 millones de mexicanos que perdieron sus ingresos desde el primer mes de la emergencia por Covid-19
Uno de los sectores más golpeados por la crisis económica que ha dejado la pandemia por Covid-19, sin duda son los pequeños negocios familiares, aquellos que a través de los años lograron levantarse para fincar un patrimonio propio, y que en menos de tres meses se han desmoronado.
En medio de una emergencia sanitaria que obligó a cerrar los negocios no indispensables, y ante los gastos corrientes que no se detienen y que no saben de aislamiento social, miles de emprendedores han perdido sus sueños, su esfuerzo y sus inversiones por la falta de, entre otras cosas, apoyos gubernamentales.
Tal es el caso de Viridiana Rivera, quien con la suspensión de clases su negocio de uniformes simplemente se fue a pique.
“Me dedico a la fabricación de uniforme ejecutivo para dama y caballero, camisas ejecutivas, playeras, etcétera, todo lo relacionado a la costura“, comenta la joven emprendedora del Estado de México.
“Muchos de los pedidos que ya teníamos concretados se cancelaron, hemos hecho mucha publicidad, pero muchos nos dicen que hasta que se normalice la situación”, lamenta.
Con el cierre de las escuelas y el aún no definido Ciclo Escolar 2021-2022, Viri ha tenido que recurrir a pequeños trabajos de compostura para cubrir los gastos de ella y de su niña de tres años.
“En esta época pues ni el uniforme de gala de escolta pudimos realizar, estos eran nuestros días fuertes”, indica Viri cuyo negocio también daba trabajo a maquileras y deshebradoras.
Aunque quiso recurrir a alguno de los apoyos otorgados por las autoridades, los múltiples trámites que se deben de hacer para estar censados la han hecho desistir.
Es por ello que ha recurrido a la venta de comida con servicio a domicilio para poder obtener algo de dinero. (Para contactar con ella pulsa AQUI)
Ali Gallegos es otra pequeña empresaria que ha sido afectada por el cierre de mercados en la Ciudad de México, ya que su puesto de suculentas y plantas de ornato de escritorio, tambalea peligrosamente ante la falta de ventas.
“Esto esta súper pesado, más uno que vive al día y en nuestro negocio la mercancía se echa a perder y le tenemos que dar vuelta”, comparte la comerciante con más de 17 años en este sector.
Sin perder su buen humor, Ali cuenta que ante la mala cara del Covid-19 una valiosa lección que nos ha dado, ha sido la oportunidad de convivir con la familia; sin embargo reconoce que todo sería más bello si todos tuvieran la capacidad económica para quedarse en su hogar con los gastos cubiertos.
“Con mucho sacrificio, contactando clientas y entregando a domicilio es como he podido sacar algunos pesos”, indica Ali mientras comparte que la subsistencia de su negocio no es fácil ya que se le tiene qué invertir en vitaminas y cuidados a su producto.
“Ya llevamos así tres meses, desde que empezó la pandemia. Nos hacían que surtiéramos y a la mera hora pasaba la Guardia Nacional y nos quitaba. Mi mercancía se me desfloraba y así ya no se vende“.
De su puesto sobre ruedas dependen su mamá y sus dos hijas, por lo que si tú necesitas alguna planta que decore tu hogar o el escritorio de tus colaboradores, no dudes en contactarla pulsando AQUÍ.
La historia de ambas mujeres pertenece a las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que calcula que al menos 12 millones de personas dejaron de laborar y perdieron sus ingresos en el primer mes de la emergencia sanitaria en México a causa de la pandemia del Covid-19.
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