Los padres de Zachary Sabin, de 11 años, son acusados de asesinato en primer grado por haberlo obligado a beber 3 litros de agua en 4 horas.
A Ryan y Tara Sabin se les acusa de homicidio en primer grado por la muerte de su hijo Zachary Sabin, un niño de 11 años, quien murió luego de que lo obligaran a beber tres litros de agua en menos de cuatro horas.
El padre llamó al 911 en cuanto encontró a Zachary acostado en su cama mojado y tieso con una sustancia blanca saliendo de su boca. Pese a la búsqueda de auxilio, emergencias no pudo salvarle la vida.
Investigadores apuntan que Ryan y Tara pidieron al pequeño que bebiera gran cantidad de agua dado que su orina era muy oscura. De acuerdo al testimonio de Ryan, él llegó a las 18:00 horas a su casa y vio que Zachary tomaba agua verde en una botella de 24 onzas.
Más tarde, la víctima se quejó de que no podía ingerir más agua ya que le dolían las piernas, acto seguido se tiró al suelo mientras hacía una rabieta. En ese momento, Ryan lo pateó dos veces, después intentó que se pusiera de pie, pero cuando lo soltó, cayó y se golpeó en la cabeza.
Alrededor de las 23:15 pm, llevaron al pequeño a dormir y a la mañana siguiente descubrieron que había muerto. El forense del condado de El Paso, Texas, explicó que falleció a causa de tomar cuatro botellas de agua sin haber consumido ningún alimento.
La autopsia reveló que Zachary se volvió no verbal y somnoliento antes de morir, además, el cuerpo tenía contusiones en la cabeza, brazos, la espinilla y las nalgas.
Los investigadores dicen que otros cinco niños que viven en el hogar también fueron víctimas de abuso. Uno de los pequeños aseguró que vio a Zachary obligado a permanecer despierto hasta las 4 de la madrugada haciendo sus deberes «sollozando y llorando».
Por estos hechos, la pareja enfrenta seis cargos de delitos menores de abuso infantil.
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