Se detectó que la sangre tipo A tiene un 50% de probabilidad de contraer la enfermedad, al grado de necesitar apoyo para respirar.
La pandemia por el nuevo tipo de coronavirus llamado Covid-19 supuso para los científicos un desafío total al no conocer nada de este virus. Sin embargo, poco a poco la investigación actual arroja datos interesantes.
De alguna manera los genes pueden determinar que algunas personas desarrollen formas graves de coronavirus. En este caso se detectó que la sangre tipo A tiene un 50% de probabilidad de contraer la enfermedad, al grado de necesitar apoyo para respirar. Contrario a esto, el grupo O resulta tener un efecto protector contra el Covid-19.
De acuerdo al estudio internacional publicado por la New England Journal of Medicine, la vulnerabilidad de ciertas personas al desarrollo de síntomas graves de la enfermedad puede deberse por sus características genéticas.
El estudio que contó de con la participación del Centro de Investigación Biomédica en Red del Instituto de Salud Carlos III busca responder la razón por la cual algunas personas no presentan sintomatología, mientras otras desarrollan grandes malestares por el virus.
Hemos buscado la respuesta en los genes y hemos encontrado una fuerte asociación entre ciertas variantes genéticas en los cromosomas 3 y 9 y la gravedad de la enfermedad causada por el coronavirus.
Destacaron los directores del estudio.
Las derivaciones de las dos regiones del genoma humano pueden presentar un mayor riesgo por desarrollar un fallo respiratorio en pacientes infectados por Covid-19.
Una de las regiones localizadas en el cromosoma 3 puede afectar a la expresión de los genes que favorecen la entrada del virus, así como la generación de una tormenta de citoquinas, siendo esta una respuesta exagerada del sistema inmunológico, llegando a atacar al mismo paciente. mientras que la segunda región ubicada en el cromosoma 9 determina el grupo sanguíneo.
Para dicho estudio el equipo recogió cerca de mil 610 muestras de sangre de pacientes con Covid-19 que requerían de apoyo respiratorio. La investigación arrojó que existe una mayor frecuencia de 26 variantes genéticas en los pacientes que requerían apoyo, en comparación de los no infectados.
Los científicos aún creen que es temprano para conocer exactamente que genes pueden influir sobre la infección. Lo único certero es que el coronavirus se adhiere a la proteína ACE2 ubicado en la superficie celular,. Debido a esto uno de los genes implicados interacciona con la proteína, mientras que otro se relación con la respuesta inmunológica.
Los autores destacaron que la variante genética ubicada en el cromosoma 3 era más frecuente en personas jóvenes. Lo que podría explicar la gravedad de algunos casos en la población con una edad media de 59 años.
Gracias al estudio se podría identificar a las personas más vulnerables de resentir el virus en su sistema inmunológico.
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