Se considera que la música cuenta con características que estimulan el acto sexual, como lo son la rítmica, la timbrística e incluso el rango dinámico.
El arte sonoro que los humanos llevamos realizando desde por lo menos hace 40 mil años, mejor conocido como música es considerado como una de las prácticas más antiguas de nuestra historia, y porqué la realizamos puede remontarse principalmente a nuestra capacidad reproductiva.
Charles Darwin sugirió que el motivo principal por el cual los humanos nos iniciamos en música era para acompañar el acto sexual. De igual manera, el viajero de las Galápagos destacó que las mujeres de acuerdo al tipo de música que escuchen elegirían aquel con los mejores genes, es decir, entre mayor habilidad musical, mejor descendencia.
También se ha considerado que la relación entre la música y el sexo tiene más que ver con las construcciones culturales que hemos formado a través de la televisión y el cine, que han asociado cierto tipo de música con escenas eróticas.
No obstante, se considera que la música por si sola cuenta con ciertas características esenciales que ayudan al acto sexual, como lo puede ser la rítmica, la timbrística e incluso el rango dinámico.
Para conocer de mejor manera la relación entre música y sexo la empresa de música por streaming, Spotify junto a la Universidad de Londres realizaron un estudio en 2012, el cual buscaba crear la playlist ideal para tener relaciones sexuales.
Dicho estudio encontró que las canciones suaves con un ritmo continuo sin distractores son las más recomendables para acompañar cualquier encuentro íntimo. Contrario a esto se recomendó evitar melodías que demanden atención o que posean cambios impredecibles que distraigan la atención de los involucrados.
Al respecto, en 2014 Benjamin D. Charlton, académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de Sussex en Inglaterra, analizó las preferencias sexuales de por lo menos mil 400 mujeres de acuerdo al tipo de música que escuchaban.
Charlton hizo escuchar a las mujeres dos piezas de música, una más compleja que la otra, después de ello le preguntaron a cada participante con qué compositor le resultaría más idóneo tener una relación sexual. El resultado del estudio arrojó que las participantes que se encontraban en sus días fértiles siempre escogían al compositor de la obra musical más compleja.
En conclusión, las mujeres siempre preferirán al compositor con mayor habilidad musical, algo que Darwin ya había teorizado.
El más reciente estudio dirigido por el neurocientífico, músico, productor musical y académico de la Universidad McGill de Canadá, Daniel Levitin concluyó que escuchar nuestra música favorita producía el mismo efecto que un encuentro sexual.
Dichos resultados se encontraron una vez que bloquearon los receptores opioides que se encuentran nuestro cerebro, encargados de generar percepciones de sensaciones placenteras y de recompensa.
Al bloquear dichos receptores, mientras los participantes escuchaban su música favorita, se descubrió que los voluntarios no disfrutaban de la música de la misma forma que con los receptores funcionando normalmente.
Aunado a esto se tenían reportes preliminares que evidenciaban que la música operaba de forma similar al sexo, pero este estudio sólo comprobó que tanto el sexo como la música operan de la misma manera.
Cuando el momento lo amerite entre tu pareja y tú, se recomienda principalmente poner música que ambos disfruten, ya que, durante el encuentro sexual, las melodías pueden ayudar a mejorar el rendimiento sexual y evitar la fatiga física, incluso podrías intentar moverte al ritmo de las canciones para romper con la rutina.
Finalizamos con broche de oro, confiándote cinco canciones:
1.- Redbone / Childish Gambino:
2.- So High / Doja Cat:
3.- Time Machine / WILLOW:
4.- Love Is a Bitch / Two Feet:
5.- Roses / SAINt JHN:
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