Los responsables del hecho no fueron identificados, pero la principal teoría sostiene que la profanación fue resultado de un ritual masónico.
Juan Domingo Perón, nacido un 8 de octubre de 1895 en Vicente López, Buenos Aires, fue un líder político, militar y escritor argentino, tres veces presidente de la Nación Argentina y fundador del peronismo, uno de los movimientos más populares e importantes de Argentina.
El gobierno de Perón se caracterizó por implementar una línea nacionalista e industrialista que favoreció a los sectores más postergados, a pesar de ello su gobierno fue derrocado en 1955, para morir posteriormente en 1974.
El fallecido político fue embalsamado y enterrado el 1 de julio de 1974, su cuerpo fue depositado en un ataúd en la tumba familiar de Perón, ubicado en el Cementerio de la Chacarita en Buenos Aires, Argentina.
El misterio de la profanación inició tras pasar cerca de 13 años de la muerte de Perón. El Partido Justicialista recibió una carta anónima que afirmaba que las manos de Perón fueron robadas de su tumba. Además, su gorra militar y su espada, por lo que exigían 8 millones de dólares por regresar lo sustraído.
Una vez verificada la tumba, se comprobó la veracidad de la carta anónima. Los examinadores forenses destacaron que la tumba fue profanada el 10 de junio de 1987.
Teoría masónica:
La principal hipótesis que se investigó se basó en un pacto no cumplido entre Perón y la logia masónica Propaganda Due (P2), de la cual Juan Domingo fue miembro.
De acuerdo a los hechos, se cree que Licio Gelli, secretario organizativo de la logia, colaboró con Héctor Cámpora y Perón para el retorno del peronismo al poder. Gelli persuadió a Estados Unidos y al Vaticano para lograr el retorno del General.
La alianza entre la logia y el gobierno de Perón fue exitosa. Por lo que incluso el presidente argentino pidió una colaboración mutua en un futuro. Cabe destacar que tras el derrocamiento del peronismo por la dictadura militar “Revolución Libertadora” el cuerpo de la esposa de Perón, María Eva Duarte fue secuestrado por la dictadura.
Es por ello que Gelli ofreció sus gestiones a Perón para entregarle el cuerpo de su esposa a lo que Juan Domingo aceptó y consiguió el cuerpo de su esposa en tres días.
Posterior a ello y según relató Perón a su biógrafo Enrique Pavón Pereyra en Yo, Perón (1993), Gelli pidió la representación comercial de la Argentina en Europa como un favor por entregarle a Perón el cuerpo de su esposa.
Ante ello Juan Domingo se opuso. Indicó que jamás pagaría con los intereses de la Nación un favor personal y declaró que se cortaría las manos antes de hacerlo.
La teoría sostiene que el corte de las manos fue por un ritual masónico en respuesta al supuesto pacto no cumplido entre Perón y Gelli. Esto unido al interés de ex agentes de inteligencia de la dictadura para crear un clima de conmoción de país.
Fue la hipótesis que más atención tuvo en torno a la profanación de la tumba del ex presidente.
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