Federico García Lorca, poeta, dramaturgo y prosista español fue integrante de la generación del 27, grupo con la mira hacia trastocar el lenguaje poético.
El poeta Federico García Lorca nació el 5 de junio en 1898 en Fuente Vaqueros, pueblo andaluz, que extrañó cuando su familia decidió mudarse a la ciudad, de hecho, al inicio de su interés literario, en un ensayo autobiográfico plasmó a Fuente de Vaqueros “aquel pueblecito muy callado y oloroso […] rodeado de chopos que se ríen, cantan y son palacios de pájaros y de sus sauces”.
La nueva vida en Granada representó una ruptura con el pasado campesino “Hoy de niño campesino me he convertido en señorito de ciudad […] Los niños de mi escuela son hoy trabajadores del campo y cuando me ven casi no se atreven a tocarme con sus manazas sucias y de piedra por el trabajo. ¿Por qué no corréis a estrechar mi mano con fuerza? ¿Creéis que la ciudad me ha cambiado? No… Vuestras manos son más sanas que las mías. Vuestros corazones son más puros que el mío. Vuestras almas de sufrimiento y de trabajo son más altas que mi alma. Yo soy el que debiera estar cohibido ante vuestra grandeza y humildad. Estrechad, estrechad mi mano pecadora para que se santifique entre las vuestras de trabajo y castidad
”.
La pluma autobiográfica de Lorca fue consciente de las desigualdades sociales. Asimismo, sus demás escritos dan cuenta de las costumbres de la sociedad rural española, tomó, por supuesto, otros temas propios de cualquier humano: deseo, amor, identidad y muerte.
El poeta, dramaturgo y prosista español fue integrante de la generación del 27, grupo con la mira hacia trastocar el lenguaje poético. Celebraban al barroco Luis de Góngora y Argote por su original metáfora y sintaxis asentada en el hipérbaton.
Hoy recordamos algunas de las obras imperdibles del escritor.
Bodas de Sangre :
Una mujer decide fugarse con su amante en la víspera de la boda con otro hombre. El escape moviliza a todo el pueblo, en especial, el novio, quien emprende la persecución de la pareja a través del bosque. La idea tomó como inspiración una nota de prensa en torno a Francisca Cañadas, quien huyó con su primo Francisco Montes, el amor de su vida, pese a su reciente boda con Casimiro.
Yerma:
Yerma aborda a la mujer estéril, bosqueja el testimonio de la mujer en la sociedad española, inserta en el inicio del siglo XX. En su tiempo, la prensa de derecha atacó la obra por«inmoral» y «pornográfica». Federico defendió su teatro como “una escuela de llanto y de risa y una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equivocadas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y el sentimiento del hombre
“.
La casa de Bernarda Alba:
Para casi sus 38 años, terminaba su drama de la sexualidad andaluza, La casa de Bernarda Alba. En ella funde la represión moral y sexual que una madre impone a sus hijas tras la muerte de su segundo esposo. Adela, mujer rebelde cuestiona la tiranía y el luto riguroso de su madre, de modo que entra en conflicto el deseo y la autoridad.
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