Los empleados de la CIA por lo general operan en las embajadas de EEUU de todo el mundo y es la única agencia estadounidense que goza de independencia
Creada el 26 de mayo de 1947 con la firma del Acta de Seguridad Nacional, por parte del presidente estadounidense Harry S. Truman, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) es la oficina encargada de la recopilación, análisis y uso de información para la toma de decisiones relacionadas a la seguridad nacional, por parte del mandatario en turno y sus asesores.
Con el advenimiento de la “Guerra Fría”, el acta también, creó un puesto de Director Central de Inteligencia (DCI) para servir como jefe de la Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos; actuar como asesor superior del presidente en asuntos relacionados con la seguridad nacional; y servir como jefe de la Agencia Central de Inteligencia.
Heredera de la Oficina de Servicios Estratégicos (Office of Strategic Services), que comenzó a ser organizada por orden del presidente Franklin D. Roosevelt, para combatir a Italia, Alemania y Japón, durante la Segunda Guerra Mundial.
El Acta de la Reforma de Inteligencia y Prevención del Terrorismo de 2004 enmendó el Acta de Seguridad Nacional para proporcionar un Director Nacional de Inteligencia quien asumiría algunos de los roles anteriormente cumplidos por el DCI, con un directivo, separado de la CIA.
El Director de la Agencia Central de Inteligencia sirve como cabeza de la agencia y reporta al Director Nacional de Inteligencia.
Los cuarteles generales de la CIA están en Langley, Virginia, a pocos kilómetros de Washington D.C., y sus responsabilidades incluyen:
- Recopilar información sobre gobiernos extranjeros, corporaciones e individuos.
- Analizar esa información junto a los otros datos recogidos por sus agencias hermanas.
- Proporcionar una evaluación sobre inteligencia para la seguridad nacional, para que así Estados Unidos enfoque correctamente sus políticas.
Pero, también se encarga de realizar o supervisar actividades encubiertas y otras operaciones tácticas, ejecutadas por miembros de la agencia, militares del ejército, así como otros socios gubernamentales o privados
Sus empleados, por lo general, operan en las embajadas de Estados Unidos de todo el mundo y es la única agencia estadounidense que goza de independencia.
Gozando de un gran poder, la agencia, ha llegado a ser considerada como un Estado dentro del Estado. Por poner un ejemplo, el presupuesto y el número exacto de empleados de la CIA es información clasificada.
Como una agencia separada, sirve como una fuente independiente de análisis de tópicos de interés, y también trabaja de cerca con las otras organizaciones de la Comunidad de Inteligencia para asegurar al consumidor de inteligencia –ya sean los funcionarios que dictan las politicas de Washington o el comandante en el campo de batalla- que reciba la mejor inteligencia posible.
Ante las cambiantes realidades globales han reordenado la agenda de seguridad nacional, la CIA ha creado centros especiales multidisciplinarios para dirigirse a asuntos de tan alta prioridad como la no proliferación, el contra-terrorismo, la contra-inteligencia, el crimen organizado internacional y el tráfico de narcóticos, el medio ambiente y la inteligencia del control de armas.
Sin embargo, la CIA ha estado involucrada en operaciones encubiertas para desestabilizar gobiernos y asesinar dirigentes que iban en contra de los intereses de Washington, pasando por alto normas éticas, jurídicas y diplomáticas, violando las Convenciones de Ginebra.
Así, sus vínculos con las fuerzas paramilitares de los regímenes dictatoriales del Cono Sur durante los años 1970 y 1980 fueron notorios y fluidos. Además, cuenta con una larga historia de corrupción, actuaciones ilegales, denuncias y descrédito.
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