En el Día del Maestro te contamos la historia real de esta maestra de primaria que acabó con su vida y la de su pareja a la edad de 23 años
No existen un sólo amante de la música norteña que no conozca el corrido de Laurita Garza, la historia de la maestra que fue engañada por su novio y a quien terminó matando al fondo de una parcela a orillas del Río Bravo.
La letra de este popular corrido, compuesto e interpretado por Los Invasores de Nuevo León, está inspirada en una historia real ocurrida el 1 de abril de 1954, de acuerdo con registros oficiales y relatos de los familiares.
Según la canción escrita por Lalo Mora, Laurita se había vengado de su novio Emilio Guerra luego de que se enterara que éste ya no la quería y que había decidido casarse con otra “nomás por que las podía”.
Sin embargo, la historia real tiene otros detalles que hoy en el Día del Maestro te vamos a compartir para honrar la memoria de esta maestra de primaria que acabó con su vida a la edad de 23 años.
María Justina Cabrera García es el nombre real de la joven docente que impartía clases en una escuela cercana a El Carrizo, poblado muy cercano a San Isidro, en una construcción de ladrillo que aún se encuentra de pie, en el municipio Los Ramones, estado de Nuevo León.
Según consta en las crónicas de la región, hechas por amigos de la trágica pareja, Justina acabó con la vida de su prometido Juan Manuel García Garza, tras un arranque de celos.
El youtuber Margarito Music Oficial fue hasta el sitio donde actualmente existe una tumba en honor a esta triste historia y platicó con los familiares de los protagonistas del famoso corrido.
El hermano menor de Justina, Alejandro Cabrera García, quien ahora tiene 83 años, cuenta que cuando ocurrieron los hechos él tenía entre 10 y 11 años de edad.
Él señaló que un día antes del terrible suceso en la comunidad hubo un baile popular.
Justina le pidió a un hombre que bailara con ella, pero él por respeto y temor a Juan Manuel, quien siempre andaba armado, solo bailó cuatro canciones con la maestra, pues no quería provocar los celos de la pareja.
Al día siguiente Justina mandó llamar a Juan Manuel al lugar donde siempre se encontraban para platicar, cerca de la escuela donde ella daba clases.
“Solo ellos saben lo que se habló en ese encuentro. De pronto en los alrededores de escucharon unos balazos”, cuenta el hombre recordando la historia ocurrida hace más de 65 años.
Momentos después un amigo de Juan Manuel los encontró en el suelo, al pensar que estaban dormidos se acercó para despertarlos, sin embargo, al ver un charco de sangre y una pistola cerca de ella se dio cuenta de que la realidad era otra.
La tumba de Justina Cabrera se encuentra en el panteón de San Isidro, en una cripta familiar y aún se conserva en buenas condiciones.
Justina nació un 5 de septiembre de 1931 y su vida acabó el 1° de abril de 1954, a los 23 años de edad al igual que José Manuel quien también tenía esa edad.
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NCV