Los familiares de los pacientes con COVID-19 han adoptado la escritura como refugio; les envían cartas con mensajes positivos.
Margarita, enfermera del Hospital General No. 1 del IMSS en Tijuana, reparte cartas a los enfermos de COVID-19 escritas por sus familiares, quienes no pueden visitarlos en las instalaciones.
Antes de iniciar su turno, llena su bolsa de misivas escritas a mano, luego, Margarita las entrega paciente por paciente; a los que pueden leer se las da y a los que no están en condiciones de leer, ella misma les transmite el mensaje.
Antes de llegar una carta, tú estas emocionado durante la espera de esa correspondencia. Después de leerla, tú sabes lo que representa: que viene dirigido de alguien que te quiere, de alguien que te está esperando. A la hora de volver a leerla esa misma emoción te embarga y eso hace que te motive y te de ánimos para seguir echándole ganas.
Comentó Margarita.
La mujer de 38 años nunca falta a la cita y aunque tenga día de descanso ella llega a la explanada del IMSS a recolectar cartas para los pacientes de Covid-19.
Yo ya más o menos ubico a los pacientes. Ya sé quienes son mis pacientes e identifico a los familiares. Les puedo decir: ayer si comió, ayer no comió, hoy está un poquito mejor. Les digo: escriban cosas positivas, no me los preocupen.
No todas las historias tienen un final feliz; Abril Gutiérrez no alcanzó a entregar la carta para su esposo ya que él murió por la mañana.
Yo ya no pude entregarle la carta porque mi esposo falleció hoy por la mañana, me lo subieron a piso y falleció, entonces yo ya no tuve oportunidad de entregarle nada a mi esposo.
Relató Abril Gutiérrez.
Margarita compañeras aliadas que han decidido también escribir cartas para los que no tienen quien les escriba.
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