El gobierno de China informó que investiga el origen de los productos, en tanto los países han tenido que recurrir a otras naciones para adquirir productos
A medida que la pandemia de Covid-19 incrementaba su avance por el viejo continente, varios gobiernos de países europeos recurrieron a China para conseguir productos sanitarios básicos, sin embargo, muchos de ellos han tenido que ser desechados o devueltos entre denuncias de problemas de fiabilidad.
Entre los países que han señalado que los kits de prueba rápida provenientes del gigante asiático presentan fallas se encuentran España, Turquía y República Checa.
Estas tres naciones recibieron miles de kits que tuvieron que ser desechadas por inservibles, mientras que Holanda tuvo que retirar rápidamente miles de mascarillas que distribuyó entre personal de sanidad porque no protegían contra el virus.
El gobierno de China asegura que investiga el origen de los productos, mientras que una de las firmas señaladas en el caso de las pruebas rápidas dicen que sus clientes no han sabido usar el producto.
La situación ha escalado a la esfera política y el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, señaló en sus redes sociales que hay “un componente geopolítico que incluye una lucha por la influencia a través del manejo de la información y la ‘política de generosidad’“.
“China está presionando agresivamente con el mensaje de que, a diferencia de Estados Unidos, es un socio responsable y confiable”, escribió.
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NCV