Mucho antes de la implantación de la world music, Dibango ejerció como difusor global de los ritmos africanos
El saxofonista camerunés Manu Dibango, reconocido como una leyenda del jazz africano, falleció este martes a los 86 años de edad víctima de coronavirus.
Medios internacionales reportaron que el músico había sido hospitalizado hace seis días, a consecuencia del Covid-19.
Fue el autor de “Soul makossa”, uno de los primeros éxitos mundiales de la música africana.
Mucho antes de la implantación de la world music, Dibango ejerció como difusor global de los ritmos africanos, colaborando con artistas de diferentes géneros y países.
Emmanuel Dibango nació el 12 de diciembre de 1933, en Duala, la ciudad principal de lo que entonces era la colonia francesa de Camerún.
Hijo de una costurera y un funcionario, de diferentes etnias, fue enviado en 1949 en barco a estudiar a la metrópoli. Para sus primeros gastos, en su equipaje llevaba un saquito con tres kilos de café, una anécdota que luego serviría para titular su primera autobiografía.
Para decepción de sus padres, en Francia Manu descuidaría el bachillerato al descubrir el jazz gracias a un compatriota erudito, el futuro cantautor Francis Bebey.
Poco a poco, se convirtió en músico profesional, primero con el piano y luego con el saxofon.
En Bruselas conoció a la que sería su esposa, la modelo Coco, y simpatizó con un popular artista congoleño, Grand Kallé, que le fichó para su banda y le llevó a Léopoldville, luego rebautizada como Kinshasa.
Las turbulencias que siguieron a la independencia del Congo le obligaron a trasladarse a su país natal, donde montó un club nocturno; otra guerra civil frustró sus planes.
De vuelta a Europa en 1965, no tuvo problemas para encontrar trabajo: era cordial como persona y flexible como músico.
Tocó con figuras como Nino Ferrer y Dick Rivers, colaboró en cine y publicidad mientras desarrollaba discos que hibridaban sus raíces africanas con el soul y el jazz.
Contenido relacionado
Fallece Lucía Bosé, mamá de Miguel Bosé
NCV