Aún si los resultados del ensayo clínico fueron positivos, podría tomar hasta 18 meses para que la vacuna esté disponible para el público en general
Investigadores de Estados Unidos iniciaron la aplicación de la primera vacuna experimental contra el coronavirus, en un esfuerzo por detener la rápida expansión de la pandemia de este mal.
La vacuna será probada en un grupo de 45 voluntarios sanos en el centro de investigación que la organización Kaiser Permanente tiene en la ciudad de Seattle.
De acuerdo con una nota de prensa de esa institución, los primeros cuatro voluntarios recibieron ya este lunes la dosis correspondiente de este ensayo clínico respaldado por el gobierno de Donald Trump.
El Instituto de Investigación Permanente Kaiser de Washington señalaron que la vacuna fue desarrollada en tiempo récord, la cual no puede curar el COVID-19 pero contiene un código genético inocuo copiado del virus que causa la enfermedad.
“Esta vacuna usa una tecnología preexistente. Fue creada con un estándar muy alto, empleando cosas que sabemos que son seguras para las personas y quienes participan en el ensayo serán sometidos a un seguimiento muy riguroso”, señala el doctor John Tregoning, un experto en enfermedades infecciosas del Imperial College de Londres.
“Sí, esto es muy rápido, pero esta es una carrera contra el virus, no en contra de otros científicos, y se está haciendo por el bien de la humanidad”, agrega.
Usualmente, las vacunas contra los virus -como el sarampión- se hacen con muestras débiles o muertas del virus.
Los voluntarios recibirán distintas dosis de la vacuna experimental. Cada uno de ellos será pinchado en el brazo en dos ocasiones, con 28 días de separación entre las dosis.
Pero incluso si estas pruebas iniciales van bien, aún podría tomar hasta 18 meses para que una vacuna potencial esté disponible para el público en general.
Con información de BBC Noticias
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NCV