En Estados Unidos por lo menos 51 curas fueron acusados de pederastia. Los escondieron en varios países, entre ellos México para calmar el furor.
De acuerdo con ProPublica y el Houston Chronicle existen 51 curas acusados de pederastia provenientes de Estados Unidos laborando en otros países, tales como Nigeria, Irlanda, Filipinas y México.
Cada sacerdote ocultado por Estados Unidos sigue sin recibir alguna sanción, además continúan trabajando cerca de los niños a pesar de haber sido acusados de violación
Tal es el caso de José Antonio Pinal, uno de los inculpados, se hizo amigo de la familia Torres desde 1980, lo cual permitió que se acercara paulatinamente a Ricardo Torres, de 15 años, por medio de salidas a parques temáticos y viajes, sin sospechar que a su corta edad sería víctima de abuso sexual.
Apenas el año pasado, el nombre de Pinal se publicó en la lista de sacerdotes acusados. Tenía cinco denuncias que databan desde el año 1980. Pinal reanudaría su labor, sin preocupaciones, en Tepoztlán y sus alrededores, además, sirvió por décadas a las parroquias de la Diócesis de Cuernavaca.
La misión que enviaría el Vaticano a México el próximo 20 de marzo sería la encargada de recopilar datos de pederastía y encubrimiento, sin embargo, La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) anunció la suspensión debido al brote actual de coronavirus.
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