Según los tribunales laborales, el robo cometido era un reflejo de una conducta que suponía una “transgresión de la buena fe”, por lo que fue despedido
Un hombre en España fue demandado por la empresa para la que trabajaba luego de que se descubriera que era el responsable de robarse y comerse la comida de sus compañeros.
El sujeto, de profesión ingeniero, fue acusado el pasado mes de febrero cuando sacaba la comida de otra persona del refrigerador común, por lo que fue llevado ante Recursos Humanos quien decidió aplicarle el “régimen disciplinario” y lo despidió.
No obstante, su caso fue llevado ante un Juzgado de Aragón quien ratificó la decisión de una empresa que despidirlo, indicando que la falta era muy grave y que había una “pérdida inexorable de la confianza”.
No conforme, el hombre decidió llevar su caso al Tribunal Superior de Justicia quien volvió a validar la decisión de la empresa al señalar que su conducta suponía una “transgresión de la buena fe”.
Además se alegó que el robo “vulnera la buena fe contractual, con independencia de que la sustracción se haya consumado o no y de la cuantía de lo sustraído”.
Por último, se indicó que la situación era lo “suficientemente grave como para justificar el cese disciplinario”.
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