El amor y el llamado a los hombres para sanar juntos las heridas de siglos de patriarcado fue la esencia del concierto de Regina Orozco y Omara Portuondo
El amor y el llamado los hombres a sumarse al movimiento en favor de la libertad de las mujeres y contra la violencia hacia ellas, así como a sanar juntos de las heridas de siglos de patriarcado, fueron la esencia del espectacular concierto ofrecido por Omara Portuondo y Regina Orozco en la Macroplaza Cuitláhuac, ante más de 6 mil asistentes, principalmente público femenino, que conmemoraron con la Alcaldía Iztapalapa el Día Internacional de la Mujer.
Durante casi dos horas las dos grandes cantantes presentaron su espectáculo Pedazos del Corazón, un homenaje a los compositores mexicanos Agustín Lara, veracruzano, y Álvaro Carrillo, oaxaqueño, aunque no faltaron temas de otros grandes autores de México y de Cuba, país que hace cerca de 90 años vio nacer a Omara Portuondo, cuya fuerza interpretativa es muy notoria.
La alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada Molina, y la Fiscal General de Justicia, Ernestina Godoy Ramos, expresaron el reconocimiento de Iztapalapa a Regina Orozco y Omara Portuondo por el mensaje de alegría, de esperanza y de lucha por los derechos de la mujer, pero también de suma de esfuerzos con los hombres para acabar con toda forma de violencia hacia las mujeres.
“Estamos muy contentas porque tenemos aquí a dos maravillosas mujeres con las que estamos conmemorando un día de lucha por las mujeres, el 8 de marzo, una lucha muy importante porque queremos una vida libre de violencia, una lucha contra la violencia hacia las mujeres y tenemos el honor de tener a dos maravillosas mujeres cantando al corazón. Es el apapacho mejor que puedan tener las mujeres” enfatizó Clara Brugada y junto con el público envío un afectuoso saludo a Cuba.
La música comenzó poco antes del anochecer, cuando Regina Orozco salió al escenario, en el que se veía el lema del concierto Mujeres libres y sin violencias, y cantó cinco canciones de Agustín Lara: Lamento jarocho, Por qué negar, Ven acá, Granada y un popurrí con grandes éxitos del veracruzano como Noche de Ronda, Aventurera y Cada Noche un Amor, que fueron coreadas por el público.
Durante esta primera parte del concierto, Regina Orozco leyó un mensaje a los hombres, escrito por Enna Román, que es un llamado al género masculino “a convertirse en ese nuevo hombre que necesita esta nueva humanidad. Los estamos esperando con amor”, pues “las heridas de siglos de patriarcado son de todos, mujeres y hombres debemos reunirnos en círculo, hablar de nuestro dolor y sanar juntos, es el único camino a la armonía”.
Enseguida, la cantante mexicana presentó a la cubana Portuondo y juntas entonaron Arráncame la vida, de Agustín Lara. Enseguida, Regina se retiró a hacer un cambio de vestuario y Omara se quedó en el escenario para cantar María Bonita, una de las máximas creaciones del Flaco de Oro y enseguida Un poco más de Álvaro Carrillo, Rival y Solamente Una vez, nuevamente de Agustín Lara.
Regina Orozco regresó y ambas ambas cantaron Amor mío, Sabrá Dios y Sabor a mí, todas de Álvaro Carrillo; enseguida Orozco entonó Piensa en mí y Seguiré mi viaje, también de la autoría del oaxaqueño.
Posteriormente Omara Portuondo cantó Veinte años y Dos gardenias para ti, temas que fueron éxitos suyos a lo largo de su amplia trayectoria musical. Y de nuevo a dúo entonaron Veracruz y La cumbancha de Agustín Lara.
A continuación vino el reconocimiento de la alcaldesa Clara Brugada y la entrega de artesanías en forma de corazón a ambas cantantes, quienes procedieron a cerrar su actuación con el canto de Lágrimas Negras, de Miguel Matamoros; Guajira Guantanamera, de José Fernández Díaz y Bésame Mucho de Consuelo Velázquez.
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