Los talibanes anunciaron que ponen fin a la tregua iniciada el 22 de febrero y retoman los ataques contra las fuerzas afganas
El período de reducción de la violencia, que duró nueve días, “terminó y nuestras operaciones volverán a la normalidad”, declaró el portavoz de los insurgentes, a medios europeos.
“Nuestros combatientes no atacarán a las fuerzas extranjeras, pero nuestras operaciones contra las fuerzas del gobierno de Kabul continuarán”, agregó el portavoz.
Después del comunicado una moto bomba estalló durante un partido de fútbol.
El atentado termino con la vida de tres civiles e hirió a otros once. Ese atentado no fue reivindicado de momento. Los fallecidos eran tres hermanos, indicó el presidente de la federación de fútbol.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, había anunciado el domingo la prolongación de la tregua parcial al menos hasta el inicio de las discusiones entre el Gobierno y los rebeldes afganos, prevista para el 10 de marzo, con el objetivo de “lograr un alto el fuego completo”.
“La posición de Ghani muestra que los estadounidenses no hicieron los preparativos necesarios antes de firmar el acuerdo”, reaccionó otra fuente talibán.
Según el acuerdo, un eventual alto el fuego no es más que un “elemento” de las futuras discusiones, y no una obligación para que estas se lleven a cabo, como desea Ashraf Ghani.
Los estadounidenses y sus aliados tendrán que retirar sus tropas de Afganistán en un plazo de 14 meses, siempre y cuando los insurgentes respeten los compromisos del pacto, incluyendo el inicio de las negociaciones entre los rebeldes y Kabul.
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