La aeronave Sonora” fundó la “Flotilla Aérea del Cuerpo del Noroeste”, y fue utilizada para lanzar propaganda y pequeñas bombas sobre las filas enemigas
Desde el cielo, varios millares de águilas de orgulloso porte militar azul cuidan el territorio mexicano y entregan día a día, esfuerzo, amor y dedicación para su patria. Hoy en su día, te compartimos la historia de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM).
La FAM es una de las dos fuerzas armadas que integran la Secretaría de la Defensa Nacional su objetivo principal es defender la integridad, la independencia y la soberanía de México, así como garantizar la seguridad interior, auxiliar a la población en caso de necesidades públicas, realizar acciones cívicas y obras sociales, y en casos de desastre, prestar ayuda para el mantenimiento del orden, el auxilio de las personas y de sus bienes, y la reconstrucción de las zonas afectadas.
El equipo aéreo y personal que lo asiste es utilizado por el Colegio del Aire, el Ejército, el Estado Mayor Presidencial, las Unidades Aéreas y demás Dependencias.
Su historia está fuertemente ligada al desarrollo de la aviación en México y remontándose a 1906, tres años después del nacimiento del aeroplano, cuando el entonces Presidente Porfirio Díaz, ya mostraba interés en la aviación militar.
A finales de 1909, fueron enviados a estudiar a Francia, Nicolás Martínez y Federico Cervantes, para aprender el manejo de globos y dirigibles; sin embargo, al estallar la Revolución Mexicana en 1910, ningún ejército utilizó de forma directa aeronaves como medio de combate aéreo.
Después del exilio de Díaz, fueron utilizadas algunas aeronaves, por parte de los revolucionarios, para contrabandear armamento ligero y correspondencia, a través de la frontera con los Estados Unidos.
Después de que Francisco I. Madero llegara a la presidencia, acompañó en un vuelo de exhibición en la ahora Ciudad de México al piloto George M. Dyot. El vuelo se hizo sobre un Deperdussin. Este hecho convirtió a Madero en “el primer jefe de Estado en volar, como pasajero una aeronave”.
Posteriormente –en 1912–, Huerta también utilizó dos aeronaves Blériot XI para transportar oficiales. Sin embargo, después de que este –con la ayuda de Estados Unidos– derrocara a Madero y asumiera el poder, comenzó el levantamiento de grupos como el Ejército Constitucionalista quienes desconocían al gobierno ilegítimo.
Fue así como Venustiano Carranza, entonces gobernador de Coahuila, recibió y puso en práctica el consejo de utilizar aviones para el combate.
El primer combate aeronaval en la historia
Carranza mandó a sus sobrinos Gustavo y Alberto Salinas a estudiar aviación. No obstante, el Ejército no tenía en su poder aviones. Debido a esto, se envió a algunos agentes a comprar uno. Los encargados optaron por un biplano tipo Martin. Luego de algunos inconvenientes, la aeronave recibió el nombre de Sonora. Cabe señalar que, con su llegada, se había fundado la “Flotilla Aérea del Cuerpo del Noroeste”.
Tiempo después, el 14 de abril de 1914, para ser precisos, tuvo lugar la Batalla de Topolobampo, el primer combate aeronaval en la historia. En esta, Gustavo Salinas, a bordo del Sonora, atacó al buque Guerrero perteneciente a tropas huertistas.
Estas se vieron forzadas a regresar al mar. Como consecuencia, las tropas de Carranza pudieron tomar y utilizar en contra de sus enemigos tanto el puerto como el buque Tampico.
El final del Sonora
Después de ser protagonista de numerosos y exitosos ataques aéreos, el Sonora sufrió un accidente en el mes de mayo de 1914. Este sucedió durante el aterrizaje que dejó al Sonora completamente destruido. Fue así como llegó el final de la Flotilla Aérea del Cuerpo del Noroeste.
El nacimiento de la Fuerza Aérea Mexicana
Luego de que Carranza se convirtiera en Presidente, se erigió la Flotilla Aérea del Ejército Constitucionalista con nuevas aeronaves y pilotos.
Después de bombardear con éxito a tropas zapatistas en la ciudad de Puebla, la flotilla se cambió a Veracruz.
Posteriormente, dicha fuerza aérea nació oficialmente como Arma de Aviación Militar el 5 de febrero de 1915 –este nombre fue modificado hasta quedar como Fuerza Aérea Mexicana.
Tiempo después, se crearon Talleres Nacionales de Construcciones Aeronáuticas (TNCA) y la Escuela Nacional de Aviación. A partir de entonces, las fuerzas aéreas llevaron a cabo diversas misiones como el combate a las insurrecciones que tuvieron lugar de 1923 a 1929.
Ejemplo de esto fue la contención y derrota de los indígenas yaquis quienes solo deseaban recuperar sus tierras.
Cabe destacar que en 1959 se creó el Colegio del Aire donde se han formado incontables especialistas en aviación, meteorólogos y pilotos.
Una de las participaciones de la aviación militar mexicana más recordadas y sobresalientes es la que llevó a cabo el Escuadrón 201. Esta se dio durante la Segunda Guerra Mundial a pesar de que el gobierno mexicano se había declarado neutral.
La causa de la intervención fue el hundimiento de dos buques mexicanos –Faja de Oro y Potrero del Llano– por unidades alemanas. Fue entonces cuando México declaró la guerra a las Potencias del Eje. De esta manera, el Escuadrón 201 de la entonces nombrada Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (FAEM) llegó a Filipinas para combatir la ocupación japonesa.
Finalmente, el 10 de febrero de 1944, la Fuerza Aérea Mexicana fue reconocida como Fuerza armada a nivel constitucional. Es por ello que, en 1992, el entonces Presidente Carlos Salinas, decretó la conmemoración de la Fuerza Aérea el día en que recibió este reconocimiento para que no se empalmara con el Aniversario de la Promulgación de la Constitución de 1917.
La modernización
Debido a los avances tecnológicos mundiales, México se vio obligado a actualizar los elementos de su Fuerza Aérea. Fue así como, durante la década del 60, entró en la era del jet. Además, se adquirieron helicópteros de origen soviético en 1996. Cuatro años después, en el 2000, se sumaron algunos EMB-145, prestigiosas aeronaves de vigilancia aérea.
Actualmente, la Fuerza Aérea Mexicana, es encargada de brindar auxilio a los civiles y al gobierno, ya sea en caso de desastres naturales o por contingencias de otros tipos.
Es por ello que, cada 10 de febrero, celebramos el Día de la Fuerza Aérea Mexicana, reconociendo así, la labor de los guardianes de nuestro espacio aéreo.
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