La muerte de Kobe Bryant y las otras víctimas responde a un traumatismo contundente; de acuerdo al informe forense procesado en Los Ángeles
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), aseguró hoy viernes que los restos del helicóptero que se estrelló y terminó con la vida de Kobe Bryant, su hija y otras siete personas en el pasado mes de enero, no mostraron ninguna evidencia de fallas del motor exterior.
Pero, los especialistas aseguran que los resultados finales sobre el trágico accidente podrían estar listos hasta dentro de un año, después de analizar el papel que haya jugado la niebla espesa y otros factores.
El último reporte de la NTSB indica que el panel de instrumentos de la aeronave de Kobe Bryant fue destruido en el accidente y la mayoría de los dispositivos fueron desplazados. Además, los controles de vuelo se rompieron y sufrieron daños por el fuego.
NTSB issues preliminary report Fri., Feb. 7, 2020, on the Jan.
— NTSB_Newsroom (@NTSB_Newsroom) February 7, 2020
26, 2020, helicopter crash near Calabasas, California; https://t.co/juKBva0pI6 pic.twitter.com/CylosHcqIM
Sin embargo, los investigadores creen que los motores funcionaban y los rotores aún giraban al momento del impacto, dado que se cortó una rama de árbol en el lugar del accidente.
Así, pese a que las autoridades no ofrecieron ningún detalle sobre las causas del accidente, se comunicó que la muerte de Kobe Bryant y las otras víctimas responde a un traumatismo contundente; esto, de acuerdo al informe forense procesado en Los Ángeles.
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