África enfrenta una crisis alimentaria sin precedentes, el aumento de las temperaturas en uno de los detonantes de esta crisis
Aproximadamente 45 millones de personas en África, el equivalente aproximado a la totalidad de la población de Argentina, se enfrentan a una situación de grave inseguridad alimentaria debido a las reiteradas sequías, las inundaciones generalizadas y el desorden económico, según advirtió este jueves el Programa Mundial de Alimentos
La mayoría de los afectados son mujeres y niños de los dieciséis países que componen la Comunidad de Desarrollo de África Austral, compuesta por naciones localizadas mayoritariamente en el sur de ese continente.
“La escala de esta crisis de hambre no la hemos visto nunca y hay pruebas de que va a ir a peor”, asegura Lola Castro, la directora regional del PMA.
La región afronta un aumento de temperaturas que es el doble de la media mundial debido al cambio climático, lo que impacta en el habitual régimen de lluvias que rige su agricultura, provocando sequías e inundaciones, afectando a la agricutural.
“En los últimos cinco años, el sur de África solo tuvo una temporada de cultivo normal. En muchos lugares, las lluvias de esta temporada volvieron a llegar tarde, y los expertos pronostican que el clima seguirá siendo caluroso y seco en los próximos meses, lo que presagia otra mala cosecha”, continuó Castro.
La prioridad es atender a los millones de personas que necesitan ayuda de forma urgente, pero el Programa también está preparándose ante la llegada de ciclones porque estos países no se pueden permitir que se repita la devastación que causaron las tormentas el año pasado.
Los más afectados
Durante el período de carestía, el PMA prevé prestar ayuda humanitaria en ocho países – Zimbabwe, Zambia, Mozambique, Madagascar, Namibia, Lesotho, Eswatini y Malawi- a los 8,3 millones de personas que están en situación de crisis o emergencia alimentaria.
Entre este grupo de naciones la que sufre mayores dificultades es Zimbabwe. El país africano sufre la peor crisis alimentaria en diez años y la mitad de su población, 7,7 millones de personas, está en situación de grave inseguridad alimentaria.
Se encuentran en similares circunstancias el 20% de la población de Zambia, el mismo número de habitantes en Lesotho y el 10% de namibios.
Aparte de los elevados índices de malnutrición, estas naciones sufren un alto crecimiento demográfico, el aumento de la desigualdad y del VIH/SIDA, junto a un aumento de los precios de los alimentos, las pérdidas de ganado y el creciente desempleo.
Esta compleja coyuntura provoca que las familias coman menos, se salten comidas, no lleven a los niños a la escuela, se vean forzados a vender posesiones valiosas y se endeuden.
De los 489 millones que solicitó el Programa Mundial de Alimentos para cubrir esta crisis solo ha obtenido 205 hasta este momento, por lo que se vio obligado a recurrir a préstamos para alimentar a los afectados.
“Si no recibimos los fondos necesarios, nos veremos forzados a ayudar a menos personas entre las más necesitadas, y con menos recursos”, finalizó Castro.
Con información de
ONU Noticias
DMS
Contenido relacionado