Pese a medidas adoptadas por el gobierno, miles de personas volvieron a salir a las calles para protestar contra una ley que consideran discriminatoria
Nuevamente, miles de personas se reunieron en distintas ciudades de India para protestar contra una ley de ciudadanía considerada discriminatoria por los musulmanes, que conforman el 14 por ciento de la población del país.
Los manifestantes desfilaron por Nueva Delhi, Chennai y Patna exigiendo la derogación del cuerpo legal, que permite la nacionalización de refugiados afganos, paquistaníes y bengalíes siempre que no sean musulmanes.
En la marcha realizada los manifestantes alzaron sus teléfonos iluminados como si fueran antorchas delante de la mayor mezquita del país, Jama Masjid.
Las fuerzas de seguridad volvieron a utilizar cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar la concentración, mientras que en Rampur una persona murió en enfrentamientos con la policía.
Este deceso eleva a 24 el número de fallecidos desde que estallaron las protestas, las más violentas y masivas desde la llegada al poder, en 2014, del gobierno nacionalista hindú de Narenda Modi.
En muchos lugares de este país de 1.300 millones de habitantes se mantiene la prohibición de manifestarse y en algunos casos las autoridades cortaron internet, para evitar que la ola de malestar se extienda.
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