El control de la obesidad ha requerido una acción inmediata por parte del gobierno para generar un cambio positivo en el estilo de vida de la población
La obesidad es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular y diabetes, entre otros padecimientos. Situación alarmante si se toma en cuenta que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 39% de las personas adultas tiene sobrepeso y el 13% son obesas.
Un dato alarmante es, que desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo.
Es por eso que con el objetivo principal de informar y sensibilizar a la población en general y de manera particular, a niñas, niños, adolescentes y jóvenes sobre la necesidad de la adopción de medidas para prevenir y tratar el sobrepeso y la obesidad, el 12 de noviembre de cada año se celebra el “Día Mundial de la Obesidad”.
El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, además de estar catalogados como dos de los principales retos para la salud pública.
Esto, debido al impacto negativo en la calidad de vida de quienes la padecen, el alto riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, la muerte prematura y la alta demanda de recursos que se requieren para su tratamiento y el de sus comorbilidades.
El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señala que México es uno de los países con las prevalencias más altas de obesidad en el mundo, por lo que fue declarada como una emergencia sanitaria en el 2016 por las autoridades de salud.
En ese mismo año, el 72.5% de los adultos y el 33.2% de los niños entre 5 y 11 años, presentaron sobrepeso y obesidad, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016.
Ante dicho panorama, el control de la obesidad en México ha requerido de inversión financiera y una acción inmediata por parte del gobierno, de las instituciones de salud y de la sociedad civil, para la aplicación de programas y campañas de salud que promuevan un cambio positivo en el estilo de vida de la población.
De acuerdo con el Programa Nacional de Juventud 2014-2018 (Projuventud) elaborado por el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), se estimó que en 2012 aproximadamente 9.5 millones de jóvenes presentaron sobrepeso y 6.5 millones obesidad.
El 60% de los hombres con sobrepeso presentó obesidad, mientras que en las mujeres esta proporción fue del 80 por ciento.
¿Qué se puede hacer para prevenir la obesidad?
- Elegir alimentos variados, de todos los grupos (lácteos descremados, carnes con bajo contenido graso, huevos, vegetales y frutas, cereales, legumbres, aceites vegetales, agua).
- Restringir o evitar el consumo de grasas presentes en alimentos como lácteos enteros, carnes con grasa, fiambres y embutidos, quesos duros, aderezos, snacks, etc.).
- Evitar el consumo de alimentos con alto contenido de azúcares refinados (dulces, azúcar de mesa, gaseosas, golosinas, entre otros productos).
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
- Consumir suficiente agua segura y potable.
- Evitar ayunos prolongados, realizar al menos las 4 comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena), moderar las cantidades
- Mantener un estilo de vida activo, realizando actividad física acorde a condiciones de salud y recomendación médica
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