“Yo no escucho que te ahogues”, llegó a decirle a Aitor García Ruiz, que entraría unos minutos más tarde en muerte cerebral
La opinión pública de España se ha conmocionado esta semana tras conocerse un posible caso de negligencia médica que le costó la vida a Aitor García Ruiz, un joven de 23 años que falleció en enero de 2018 después de varias llamadas infructuosas al número de emergencias (112 en España).
Aitor presentaba síntomas de un tromboembolismo pulmonar que le dificultaban la respiración, pero el médico que atendió la llamada y encargado de decidir en cada caso si la urgencia es suficiente como para activar el envío de una ambulancia, desestimó en el transcurso de la conversación la gravedad del problema.
“Yo no escucho que te ahogues”, llegó a decirle a Aitor, que entraría unos minutos más tarde en muerte cerebral.
Así, casi dos años después, el contenido de las llamadas que se produjeron el 14 de enero de 2018, ha sido divulgado este jueves por los padres del joven y por la asociación El Defensor del Paciente, en conferencia de prensa, en la que se reprodujeron las grabaciones.
Al acto asistió también el abogado de la asociación, Carlos Sardinero, que informó que se podrían emprender acciones por la vía penal contra el Servicio Madrileño de Salud. Por el momento, la familia ya ha cursado la reclamación de una indemnización de 175,000 euros por la vía administrativa.
“Trataron a mi hijo peor que si fuera un perro”, denunció Carmen Ruiz, la madre Aitor, ante los medios de comunicación.
Finalmente, Aitor García Ruiz presentó muerte cerebral el mismo 14 de enero de 2018, después de que tanto él como su madre llamaron varias veces al servicio de emergencias médicas de la Comunidad de Madrid, muriendo cuatro días más tarde en un hospital.
Contenido relacionado