El Muro de Berlín tenía una longitud de 120 kilómetros, algo así como la distancia entre la Ciudad de México y Puebla
Este sábado 09 de noviembre se cumplen 30 años de la caída del Muro de Berlín. El símbolo de la Guerra Fría que dividió a Alemania con una barrera Antifascista como le decían en la República Democrática Alemana o el Muro de la Vergüenza bautizado así por la opinión pública y medios de comunicación.
Tenía una longitud de 120 kilómetros, algo así como la distancia entre la Ciudad de México y Puebla. La primera barrera fue una alambrada que se construyó en una noche, mientras Alemania dormía del 12 al 13 de agosto de 1961.
Para 1975 esta barrera era ya un muro de hormigón armado con 3.6 metros de altura, 45 mil secciones independientes, una frontera protegida con valla metálica, cables de alarma, minas, alambre de púas, más de 300 torres de vigilancia, 30 búnkers y trincheras para evitar el paso de vehículos.
No hay un cálculo exacto, pero se estima que hubo 5 mil fugas, 192 muertos por disparo al intentar cruzar y 200 heridos. Entre los escapes más espectaculares están el del túnel de 145 metros que le dio la libertad a 57 personas. El del ingeniero Berd Boettger, quien construyó un mini submarino con el que cruzó el Báltico de Graal-Müritz en el Este de Dinamarca en 1968.
El 3 de mayo de 1978 dos matrimonios junto con sus 4 hijos lograron cruzar gracias a un globo aerostático construido con sábanas y cortinas, elevado con bombas de propano. Y el de Harry Deterling, quien condujo un vagón de metro a toda velocidad con 7 familias y 19 ciudadanos a bordo, logrando romper el muro y salir ilesos hacia la parte occidental.
Fue motivo de decenas de películas y después de su caída artistas y músicos han dejado su huella con exposiciones y conciertos, algunos memorables y otros irónicos como el que realizó U2 hace 10 años en donde se tuvo que colocar otro muro, para evitar que la gente entrara sin pagar.
Un lugar que también fue la casa de más de 6 mil perros entrenados para servir de guardias en situaciones inhumanas. Pastor Alemán, Rottweilers, Griffons y Doberman eran atados a una cadena de 5 menos unida a un cable que recorría el muro en bloques de 100 metros. Pasaban frío, comían poco y cada 2 días. Y al caer el muro al menos 2 mil fueron sacrificados por miedo a su agresividad.
Así la historia del mundo y sus muros, fronteras que siguen marcando la diferencia entre los unos y los otros, un arma de doble filo que parece que seguimos sin saber utilizar.
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