Las parasitosis por teniasis y cisticercosis han disminuido notoriamente, pero siguen estando presentes en la población mexicana
Para evitar enfermedades parasitarias se debe extremar la higiene durante la preparación de alimentos, evitar comer en lugares insalubres y otorgar un tratamiento médico adecuado, explicó la doctora María Cristina Rojas Guerrero, Jefa de Área en la División de Mejora de Procesos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Explicó que las parasitosis por teniasis y cisticercosis han disminuido notoriamente en nuestro país, pero siguen estando presentes en la población mexicana, por lo que aplicar medidas preventivas son la piedra angular para evitarlas.
Añadió que dentro de las parasitosis intestinales se encuentra la teniasis, que se adquiere por comer carne de cerdo con cisticercos, por lo que este alimento se debe cocer adecuadamente antes de ingerirse.
Explicó que la cisticercosis la adquiere el cerdo por comer materia fecal de una persona con teniasis, ya que los huevecillos de la misma se eliminan en las heces de las personas con esta parasitosis.
Detalló que el ser humano también puede adquirir cisticercosis al ingerir alimentos contaminados de materia fecal que tenga huevecillos de taenia solium, de ahí la necesidad de garantizar el máximo cuidado e higiene en la preparación de lo que se consume.
María Cristina Rojas Guerrero hizo énfasis en el correcto lavado de manos con abundante agua y jabón antes de comer y después de ir al baño, comer en sitios donde existan adecuadas condiciones de higiene, identificación y tratamiento de los portadores para evitar la adquisición de enfermedades parasitarias.
En cuanto a la cisticercosis, indicó que una vez que la larva entra en el cuerpo humano, invade la pared del intestino delgado, alcanza la sangre y se enquista en la musculatura, el sistema nervioso central, el ojo, el corazón u otros tejidos en donde se desarrolla el cisticerco, produciendo diversos datos clínicos
Detalló que dependiendo del sitio donde se aloje el parásito se originarán las manifestaciones clínicas, tales como dolor de cabeza que no cede, crisis convulsivas (epilepsia) de inicio tardío, hipertensión endocraneana, inflamación cerebral, desprendimiento de retina, ceguera, hidrocefalia, todas enfermedades graves.
Estos síntomas pueden aparecer en pocos meses, años, o no aparecer nunca y esto dependerá de la cantidad de huevos consumidos y el lugar en el que se alojaron los cisticercos y el estado evolutivo de los quistes, indicó.
Informó que la neurocisticercosis es la causa prevenible de epilepsia más frecuente en el mundo, y se calcula que produce el 30% de los casos en los países donde esta parasitosis es endémica.
La doctora Rojas Guerrero dijo que de presentarse algunos de estos síntomas, se debe acudir a la Unidad de Medicina Familiar para someterse a estudios específicos e iniciar un tratamiento de inmediato.
Reiteró que la prevención es la principal arma para evitar padecimientos y que en casos como estos, se debe realizar la desparasitación por lo menos cada seis meses en el núcleo familiar. Informó que en 2018, el Seguro Social otorgó más de 5 millones de tratamientos completos de desparasitación a población derechohabiente.
En México, la presencia de cisticercosis es prevalente en casi todas las entidades federativas, sin embargo, en los estados de Querétaro, Morelos, Colima y Chihuahua, hay mayor incidencia, y los grupos más susceptibles a adquirirla son hombres y mujeres a partir de los 25 años de edad, señaló.
La especialista indicó que el IMSS ha contribuido con educación a la población de todo el país, incluyendo las áreas rurales y desparasita de forma periódica a la población. Durante 2018, el IMSS reportó 123 casos de cisticercosis a nivel nacional.
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