En el centro de Barcelona hubo momentos tensos durante la noche cuando miles de manifestantes se congregaron ante la jefatura de policía nacional
Miles de independentistas catalanes se manifestaron este lunes y paralizaron parcialmente el aeropuerto de Barcelona, en protesta por la condena de nueve de sus líderes a penas de hasta 13 años de prisión por su implicación en el fracasado intento de secesión de 2017.
Ante esto, las fuerzas del orden arremetieron en repetidas ocasiones contra los manifestantes que, lanzando piedras y papeleras, intentaban romper el cordón policial en la entrada del aeropuerto de la capital catalana, el segundo más grande de España.
La tensión se incrementó por la noche, con los manifestantes lanzando a la policía piedras, extintores, palos, latas y petardos, aunque la protesta se disolvió sobre las diez de la noche.
La protesta fue convocada por la plataforma separatista ‘Tsunami Democrático’, e incluyó el cierre de carreteras y vías férreas de acceso al aeropuerto de Barcelona, lo que obligó a muchos pasajeros a llegar a pie con su equipaje hasta el terminal.
Según los servicios de urgencia, 53 personas tuvieron que recibir asistencia sanitaria en el aeropuerto. Al menos 108 vuelos fueron anulados, según el administrador del aeropuerto Aena.
El objetivo era mostrar repudio a la sentencia que condenó al exvicepresidente catalán Oriol Junqueras a 13 años de prisión por sedición y malversación, la más dura de las penas contra los doce separatistas procesados de febrero a junio por el Tribunal Supremo en Madrid.
Tensión en Barcelona ante duras penas de cárcel para independentistas#AbreLosOjos @ElOpinadorTV por @ImagenTVMex pic.twitter.com/YgxChiqg4Z
— imagenzea (@imagenZea) October 15, 2019
Además de él, fueron condenados la ex presidenta del parlamento catalán, Carme Forcadell (11 años y medio), el expresidente y presidente de las influyentes asociaciones independentistas ANC y Omnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart (9 años), y cinco antiguos ministros regionales (entre 10.5 y 12 años).
Otros tres ex ministros regionales, que estaban en libertad condicional, deberán pagar una multa de 60,000 euros por el delito de desobediencia.
“No es justicia, es una venganza”, denunciaron en un comunicado común los nueve independentistas condenados a penas de cárcel.
Pero los enfrentamientos no se limitaron a Barcelona, en otros lugares de Cataluña también hubo cortes de carreteras y vías ferroviarias, según las autoridades locales..
En el centro de Barcelona hubo momentos tensos durante la noche cuando miles de manifestantes se congregaron ante la jefatura de policía nacional, guardada por agentes antidisturbios que cargaron con sus porras en respuesta a los lanzamientos de objetos.
El movimiento independentista había llamado a la “desobediencia civil pacífica” en caso de condena, ante la cual muchos manifestantes mostraban su irritación.
En su sentencia, los jueces descartaron la acusación de rebelión, porque aunque quedó “probada la existencia de violencia”, esta careció de “funcionalidad”, convirtiendo el propósito independentista “en una mera quimera”.
Los doce fueron juzgados por haber organizado el 1 de octubre de 2017 un referéndum de autodeterminación ilegal -marcado por imágenes de violencia policial que dieron la vuelta al mundo-, y la proclamación el 27 de ese mes en el Parlamento regional de una efímera “República catalana”.
Esos hechos significaron una de las peores crisis política en España desde el fin de la dictadura de Francisco Franco en 1975.
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