Federico García Lorca se llevó consigo muchos secretos, en su deshonrosa muerte a los 38 años de edad. Así como la certeza del paradero de cadáver
Federico García Lorca es uno de los grandes literatos universales que, su herencia no se limitó a las letras sino abarcó otras esferas de las humanidades, relacionado con la llamada “Generación del 27”; muriendo fusilado en agosto de 1936 por el franquismo, un mes después del golpe de Estado con el que tuvo lugar el inicio de la Guerra Civil Española.
Aunque en realidad, por las circunstancias en que se sucedieron los hechos, no se ha podido fijar con certeza la fecha, el hispanista Ian Gibson supone que fue en la madrugada del 18 de agosto de 1936.
Como dramaturgo se le considera una de las cimas del teatro español del siglo XX, junto con Valle-Inclán y Buero Vallejo y sus obras más reconocidas son Bodas de Sangre y La casa de Bernarda Alba (su “drama de la sexualidad andaluza”), aunque escribió tanto poesía como teatro.
En los últimos años se volcó más en este último, participando no sólo en su creación sino también en la escenificación y el montaje.
De acuerdo con el Instituto Cervantes, en sus primeros libros de poesía se muestra más bien modernista, siguiendo la estela de Antonio Machado, Rubén Darío y Salvador Rueda. Mientras que en una segunda etapa aúna el Modernismo con la Vanguardia, partiendo de una base tradicional.
Además, Lorca emplea en su labor teatral rasgos líricos, míticos y simbólicos, y recurre tanto a la canción popular como a la desmesura calderoniana o al teatro de títeres. Mientras que en su teatro lo visual es tan importante como lo lingüístico, y predomina siempre el dramatismo; lo que queda de manifiesto en La Casa de Bernarda Alba.
Pero hablar de Federico García Lorca conlleva a las relaciones homosexuales que mantuvo a lo largo de su vida. Con un halo de misterio y oscuridad, de las que hay pocos testimonios, aunque es sabido que llegó a sentir una verdadera pasión por los hombres a los que amó, aunque no siempre fue correspondido.
Un informe elaborado por la Policía del régimen franquista en 1965 revela que Federico García Lorca fue asesinado en 1936 junto a otra persona y define al poeta como “socialista y masón” perteneciente a la logia ALHAMBRA, en la que adoptó el nombre simbólico de HOMERO, desconociéndose el grado que alcanzó en la misma”. A la vez que le atribuye “prácticas de homosexualismo”.
Entre los varones que formaron parte de su vida amorosa, podemos enlistar a Salvador Dalí, Emilio Aladrén, Rafael Rodríguez Rapún y Eduardo Rodríguez Valdivieso, que sin duda formaron parte de sus obras.
García Lorca rompió el estereotipo de la España de su época. En general del momento histórico que le tocó vivir, sin importar la latitud. Y muestra de ello es que su familia evitó por muchos años tocar el tema de la sexualidad del poeta, hasta que pasado el tiempo terminaron asumiendo el tema «con toda naturalidad».
Una homosexualidad que el mismo Lorca quiso vivir de manera discreta, dado el desprecio de la España homófoba de su tiempo. Al contrario de su amigo Luis Cernuda, nunca pudo ni quiso mostrarse «francamente homosexual», aunque “siempre se confesaba, pero no se descubría”.
Federico García Lorca se llevó consigo muchos secretos, en su deshonrosa muerte a los 38 años de edad. Así como la certeza del paradero de cadáver, que jamás se recuperó, y se presume terminó en una fosa común anónima, cerca del mismo lugar de su asesinato.
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