Con una historia familiar adversa, Enzo Ferrari se convirtió en mito del automovilismo, de las carreras y de la historia mundial
El nombre de Ferrari es una referencia obligada para los aficionados de los autos y el automovilismo, sinónimo de una reputación única con sus imponentes motores de última tecnología y sistemas de aerodinámica que, junto con el caballo negro en un fondo amarillo, ha dejado una huella imborrable en la historia mundial.
Detrás de la empresa dedicada a fabricar automóviles de competición y modelos superdeportivos, fundada en 1929, estuvo el italiano Enzo Ferrari,
quien murió el 14 de agosto de 1988, pasando a la posteridad como uno de los personajes más influyentes del siglo XX.
El hombre que se convirtió en mito llegó al mundo en febrero de 1898 en Modena, y desde muy niño dejó ver una pasión desmedida por los automóviles después de que su padre lo llevara, junto con su hermano Dino, a ver una carrera de coches cerca de Módena.
Relatan las crónicas y biografías que esa ocasión Enzo vio a Vincenzo Lancia, un ingeniero y piloto italiano, fundador de la marca Lancia, y desde entonces su vida estuvo marcada por todo lo relacionado con las carreras de automóviles. Alfredo envió a sus dos hijos a una escuela de ingeniería mecánica.
Con una historia familiar adversa, en buena medida por la coyuntura de la Primera Guerra Mundial, Enzo Ferrari saltó de un trabajo a otro durante más de un año tras la muerte de su hermano y su padre, siendo reclutado por el ejército en 1917, donde estuvo hasta 1918.
En ese lapso, fue consignado a herrar mulas, pese a demostrar sus habilidades en la mecánica, y enfermó de pleuresía, padecimiento usualmente mortal del que se recuperó.
Ante una Italia devastada por la guerra, marchó a Turín a buscar suerte. Siendo la capital italiana del automovilismo, tocó la puerta de Fiat, sin éxito. Finalmente, tiempo después pudo colocarse en Milán en una pequeña firma llamada CMN.
Estando establecido ahí, se hace de un Alfa Romeo usado con el que compite en carreras, logrando llamar la atención de los directivos de la compañía y lo invitaron a competir con sus coches de carreras, en donde permanece con un inicio marcado más por los altibajos, pero cuya relación se extendió por dos décadas.
En 1929 funda en Módena la Escudería Ferrari en un principio para organizar carreras para los miembros de su equipo oficial, pero en 1933 se transforma en una división de carreras de Alfa Romeo. Hasta 1940 que se establece como sociedad independiente bajo el nombre de Auto Avio Costruzioni Ferrari, dedicándose al diseño y construcción de autos deportivos y de carreras, trabajando para el gobierno fascista de Benito Mussolini con la compañía nacional de aviación de Roma, “para sobrevivir financieramente” durante la Segunda Guerra Mundial.
Tras ser bombardeada por los aliados en 1944 y reconstruida en 1946, empieza con el diseño y fabricación del primer Ferrari, que culmina un año después una vez que la guerra terminó.
Entonces, Ferrari se encuentra con la Fórmula 1 y tras ganar su primera carrera, en 1952 se convierte en Campeón del Mundo gracias a Alberto Ascari. Un éxito que se vio ensombrecido por la enfermedad y muerte de su hijo Dino.
Así como la trágica muerte de Alfonso de Portago con un Ferrari 335 el 12 de mayo de 1957 en la XXIV edición de la Mille Miglia, donde otra decena de personas perdieron la vida y varias más resultaron heridas cuando a 40 km de la meta el bólido fue lanzado a más de 240 km/h, debido a que reventó el neumático delantero izquierdo, posteriormente chocó contra una piedra y comenzó a volcar, cayendo encima del público que abarrotaba las cunetas.
Hasta 1957, al menos 50 personas habían perdido la vida en percances que involucraban a un Ferrari y sus altas velocidades, por lo que la justicia italiana abrió una investigación.
Ese percance y los elevados costos de la escudería causaron estragos, por lo que en 1965, al borde de la quiebra, Ferrari se asoció a FIAT, que adquirió todas las acciones. El acuerdo contemplaba que Enzo quedara al frente de la división de automóviles de carrera -en la que estuvo hasta su muerte- y Fiat de los turismos de Ferrari.
Así, la escudería Ferrari es la única que ha participado en todos los campeonatos de Fórmula 1 desde su primera edición en el año 1950, siendo la más premiada. Todo gracias al niño de pasión desenfrenada por los motores y una atormentada vida personal.
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