Amado por unos, odiado por otros, así es Metallica, el quinto y más vendido disco de la banda
El 12 de agosto de 1991 se lanzó el quinto disco de Metallica, el cual se titula como la banda, pero se le conoce como álbum negro, por su portada.
El álbum fue producido por Bob Rock, la crítica lo calificó positivamente, la primer semana vendió 500 mil copias, siendo el disco más vendido de Metallica, también está entre los más vendidos del heavy metal en la historia.
En este álbum se adoptaron diversas innovaciones en las técnicas de la grabación de los instrumentos, especialmente en la batería, para aportar al sonido de las canciones una ambientación cercana al directo, con la perfección que aporta el estudio. Posteriormente este disco supondría la referencia sonora de muchas de las expectativas de nuevas bandas a la hora de intentar explicar el sonido que deseaban para sus grabaciones propias.
La portada es un homenaje al álbum de The Beatles conocido como The White Album. En la portada aparece la serpiente de cascabel de la Bandera de Gadsden, cuyo lema da título a la 6º canción del álbum Don’t Tread on Me.
Hasta el 12 de agosto de 2016 Metallica había vendido más de 16.4 millones de copias en Estados Unidos, siendo el álbum más vendido en el país, desde que Nielsen SoundScan comenzó a contabilizar las ventas en el año 1991, vendiendo un aproximado de 1000 copias cada semana.
Canciones
- Enter Sandman
- Sad But True
- Holier Than Thou
- The Unforgiven
- Wherever I May Roam
- Don’t Treat on Me
- Trough The Never
- Nothing Else Matters
- Of Wolf and Man
- The God That Failed
- My Friend of Misery
- The Struggle Whitin
Polémica del disco
Metallica es sinónimo de controversia gracias a la evolución en cada disco que lanzan y los sacrificios que esto conlleva. Desde la transición del Kill ‘Em All — Ride The Lightning en donde empezaron a perder una parte importante de sus “fans”.
Mientras la crítica lo aclamaba, los fans lo repudiaban diciendo que “Metallica se había vendido” a lo que Lars Ulrich (baterista y fundador) respondió:
“Es cierto, nos vendimos… Vendimos todas las entradas a nuestros shows. Jódanse”.
Lo que más molestó hasta a sus fans más aguerridos es que El álbum negro incluye canciones que son demasiado digeribles, enfocadas a una audiencia más amplia; Enter Sandman y Nothing Else Matters son los más claros ejemplos. Por otro lado también sumó momentos de recuerdo a sus orígenes más trasheros en Holier Than Thou o Through The Never, aunque era difícil sentir naturalidad con el gran nivel de producción que le inyectó su nuevo y más visionario productor Bob Rock.
Metallica o El Álbum Negro, presentaba a una banda más cercana a lo alternativo. Habían madurado. Ya no querían ser los que más rápido tocaban, sino los que sonaban más pesado y ésto se hace evidente por el uso de guitarras afinadas en tonos más bajos, melodías más oscuras y ritmos más lentos y directos.
Éste disco marcó un antes y después en Metallica. Quizá por eso decidieron llamarlo simplemente Metallica, a manera de declaración de un nuevo comienzo.
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