El Día Internacional de la Juventud 2019 está enfocado a la educación
Cada 12 de agosto se celebra el Día Internacional de la Juventud, en 1999 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó esta fecha para conmemorar a los jóvenes del mundo. El tema de este año es la educación.
El objetivo de este día es situar en primer plano y ante la comunidad internacional los problemas de los jóvenes y celebrar el potencial de la juventud como socios indispensables de la construcción de nuestra sociedad mundial.
El tema de este año destaca los esfuerzos que se hacen en general por conseguir una educación más inclusiva y accesible para todos los jóvenes y, en particular, el empeño de los propios jóvenes.
Este año, el Día Internacional de la Juventud hace hincapié en el Objetivo número 4 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: “garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos”.
Se examina cómo los gobiernos, la juventud y las organizaciones dirigidas por jóvenes, además de otras partes interesadas, están transformando la educación para que se convierta en una poderosa herramienta para cumplir con la Agenda 2030.
“Hoy celebramos a los jóvenes, las organizaciones dirigidas por jóvenes, los Gobiernos y otras entidades que trabajan para transformar la educación y mejorar la situación de los jóvenes en todo el mundo”, António Guterres, Secretario General de la ONU.
En 2019 se cumplen 20 años de la conmemoración del Día Internacional de la Juventud, por ello se destaca el tema de la necesidad de transformar la educación para hacerla más inclusiva, accesible y pertinente para el mundo de hoy.
Según las palabras del Secretario General de la ONU, António Guterres, el mundo enfrenta una crisis de aprendizaje, con frecuencia, las escuelas no están preparando a los jóvenes para hacer frente a la revolución tecnológica. Los estudiantes no solo necesitan aprender, sino también aprender a aprender.
Además Guterres señaló que la educación debe conjugar el conocimiento, la preparación para la vida y el pensamiento crítico. Debe incluir información sobre la sostenibilidad y el cambio climático, y debe promover la igualdad de género, los derechos humanos y una cultura de paz.
Destacó que todos esos elementos se han incluido en Juventud 2030, la estrategia de las Naciones Unidas para aumentar nuestro compromiso con los jóvenes y apoyarlos en la realización de sus derechos.
La juventud en el mundo
Actualmente, existen en el mundo 1800 millones de jóvenes entre los 10 y 24 años de edad. Es la población juvenil más grande de la historia. Sin embargo, más de la mitad de los niños y adolescentes de entre 6 y 14 años no saben leer o no tienen conocimiento básico de matemáticas, a pesar de que la mayoría de ellos asiste a la escuela.
Esta crisis global en el aprendizaje amenaza con fuerza el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La mayoría de los jóvenes del mundo viven en países en vías de desarrollo (casi el 85%), con aproximadamente el 60% en Asia solamente. El 23% restante vive en las regiones en vías de desarrollo de África, América Latina y el Caribe.
Un dato interesante es que aunque el número de jóvenes es el mayor de la historia, el porcentaje en relación a la población total ha disminuido, durante los años 90, las tasas de crecimiento anuales de la población mundial de jóvenes han decrecido en todas las regiones del mundo excepto en África.
En 2014 la ONU informó que el 60% de los jóvenes en todo el mundo era NiNi (ni estudiaba, ni trabajaba), una cifre realmente alta y preocupante, pues lejos de ser perezosos como se ha manejado, habla de una apatía fundamentada en un mundo hostil y un futuro desolador.
Un mundo amenazado, falta de oportunidades, pobreza, es lo que enfrentan los jóvenes ¿Qué pueden hacer para cambiar eso? La respuesta está en la educación.
Educación y juventud
El crimen organizado crece alarmantemente en todo el mundo, los jóvenes son las principales víctimas de estos grupos, no sólo como el objetivo del delito, también como los futuros ejecutores de ellos, muchos de ellos crecen en lugares de extrema violencia, normalizándola, además ven en el crimen organizado la única manera de salir de la pobreza.
Muchas personas abandonan sus estudios en la infancia, pues su situación económica los obliga a trabajar para ayudar en su hogar, esto limita aún más sus opciones de salir adelante, haciéndolos presas fáciles de adicciones y actividades delictivas.
Garantizar la educación de todos es un objetivo mundial, potencializar los talentos de los jóvenes puede ser la clave para cambiar sus destinos.
Una educación inclusiva y accesible es crucial para lograr el desarrollo sostenible y puede desempeñar, además, un papel clave en la prevención de conflictos. La educación es, por tanto, un factor que potencia el desarrollo, ya que es fundamental para acelerar el progreso hacia la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, desde la erradicación de la pobreza, a la salud, la igualdad de género, el trabajo decente y el crecimiento económico, la reducción de las desigualdades, la acción por el clima o las sociedades pacíficas.
La educación debe llevar a unos resultados de aprendizaje relevantes y eficaces, con un contenido adecuado de los currículos escolares, no solo para adaptarse a la llamada “cuarta revolución industrial” y al futuro del trabajo, sino también para dar respuesta a las oportunidades y desafíos que traen los nuevos y cambiantes contextos sociales.
La educación es un derecho fundamental para la juventud en todo el mundo. El Objetivo 4 de Desarrollo Sostenible exige una educación de calidad inclusiva y equitativa y la promoción de oportunidades de aprendizaje permanente para todos. Para lograr esto, es necesario redoblar los esfuerzos para garantizar que las mujeres y los hombres jóvenes tengan acceso a una educación gratuita, equitativa y de calidad, así como a oportunidades de capacitación específicas.
Las estadísticas más recientes sugieren que existen profundas disparidades globales en la educación, lo que hace que la educación secundaria universal sea una tenue aspiración para muchos, especialmente para aquellos en países más pobres.
El reconocimiento de este papel crucial de la educación de calidad en el desarrollo de los jóvenes está ampliamente reconocido, así como el hecho de que un desarrollo juvenil integral beneficia a la toda la sociedad.
Sin embargo, lo que pasa más desapercibido es que son los propios jóvenes los defensores más activos de la educación inclusiva y accesible. Las organizaciones dirigidas por jóvenes, así como los jóvenes y las jóvenes a título personal, junto con otras partes interesadas y los gobiernos, trabajan para transformar la educación en esa herramienta fundamental tanto para el desarrollo sostenible como para la plena inclusión de varios grupos sociales.
Un ejemplo de ello son las organizaciones dirigidas por jóvenes que están transformando la educación a través de la promoción y presión, de asociaciones con instituciones educativas, y del desarrollo de programas de formación complementaria.
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