El migrante pretendía cruzar el Río Bravo en compañía de su hijo de cinco años. Horas más tarde tambien fue encontrado el cuerpo de un migrante ecuatoriano
Cada vez son más los migrantes arriesgan su vida y mueren en el intento en la búsqueda del sueño americano.
Un migrante de origen hondureño murió en las aguas del Río Bravo cuando intentaba cruzar la frontera en compañía de su pequeño hijo y otros inmigrantes.
El niño de 5 años presenció la muerte de su padre cuando intentaba llegar a territorio estadounidense a través de una infraestructura federal restringida que conecta a Reynosa, Tamaulipas, con la frontera de Missión, Texas.
En un informe emitido por la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas, la muerte fue notificada el pasado viernes a las 00:35 horas a la altura de la pesa internacional Anzalduas, en Reynosa.
Al arribar al lugar, las autoridades encontraron en tierra firme el cuerpo de una persona de sexo masculino, el cual se encontraba pegado a una malla ciclónica.
Investigaciones revelaron que un grupo de migrantes había decidido cruzar el río Bravo durante la madrugada para aprovechar la oscuridad, sin embargo el hombre sucumbió mientras que el menor alcanzó ponerse a salvo.
Autoridades investigan si la causa de la muerte fue por ahogamiento o por una descarga eléctrica debido a que en las compuertas de la presa fueron colocados cables de alta tensión.
Una vez que la Unidad General de Investigación tomó conocimiento, el cuerpo fue trasladado a la Semefo, mientras que el menor fue acogido por el DIF municipal y llevado al Centro de Atención al Menor Fronterizo (CAMEF).
Horas más tarde otro migrante falleció en esa misma frontera. El cuerpo de un hombre identificado como Ángel ‘N’, de 24 años, fue extraído de las aguas del río Bravo. La víctima era originaria de Ecuador.
El cadáver fue localizado flotando en el cauce del río, a la altura del centro recreativo “La Playita”.
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