Antes de soltar gritos o arrinconarte a llorar en posición fetal, entiende que la frustración es un estado pasajero y debes aprender a manejar tus problemas
La habilidad para manejar la frustración es una de las más importantes para alcanzar el éxito, incluso más que poseer un sinfín de talentos únicos.
Entendiendo por frustración al sentimiento que nos genera la no satisfacción de un deseo trazado y reaccionamos emocionalmente con ira, ansiedad o disforia.
Aquí, debemos entender que parte de la vida es la imposibilidad de lograr todo aquello que deseamos, tanto en la forma como en el momento. Por lo que, es necesario entrenar la capacidad de aceptar la divergencia entre el ideal y lo real, demostrando que contamos con inteligencia emocional.
Concepto impulsado por el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, que lo define como la capacidad de reconocer nuestros sentimientos, así como los ajenos, para así poder dominar cinco capacidades básicas: descubrir emociones en uno y en los demás, reconocerlas, manejarlas, crear un motivador propio y gestionar las relaciones.
Así que, antes de soltar gritos desaforados o arrinconarte a llorar en posición fetal, toma nota de estos consejos que, si bien no desaparecerán tus problemas, podrás manejarlos mucho mejor pues la frustración es un estado transitorio.
Reconoce tu frustración
Contar con inteligencia emocional implica, antes que nada, aprender a reconocer nuestras emociones y lo que las causa.
No clasifiques las cosas como “buenas” o “malas”
Si enfocas tu atención en las cosas “malas” que te suceden, dejarás pasar de largo un sinfín de satisfacciones y oportunidades. Pon en la balanza las cosas por las que puedes estar agradecido en el aquí y el ahora.
Confía en tus capacidades
Si conoces y confías en lo que eres capaz de hacer, no cualquier cosa podrá derrumbarte e impedirte llegar más lejos.
Reconoce tus limitaciones
Es importante saber hasta dónde podemos llegar, pues al conocer nuestra limitantes y potencialidades, sabremos mejor con qué herramientas contamos y en qué momento llegó la hora de pedir ayuda.
No te tomes nada personal
El mundo no gira a tu alrededor y todos somos humanos. Entonces, si alguien estalla en tu contra, debes tener claro que en el fondo NADA es personal.
Cambia de estrategia
Todos tenemos fracasos y tropiezos en la vida, pero aquellos que cuentan con una buena inteligencia emocional podrán tomar cada caída como una verdadera oportunidad de análisis para crecer, reajustando su estrategia.
Ponte a meditar
No te tienes que ir al Tíbet ni vestir de blanco. Tomate unos minutos para serenarte y ejercitar un estado de autoconciencia que te permitirá tener un mejor control de cada una de tus emociones.
Y es que, para Goleman la inteligencia emocional nos ayuda a que quienes nos rodean se sientan a gusto con nuestra compañía y que confíen en nosotros cuando se requiera de algún consejo, guía u orientación, para resolver una situación personal o profesional.
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