El encarcelamiento de Lula en abril de 2018 representó un gran golpe para el Partido de los Trabajadores de izquierda
En una votación de 4 a 1, los jueces de la Corte Suprema de Brasil rechazaron ayer martes la petición de la defensa para la liberación del expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Lo que los jueces revocaron fue una solicitud de la defensa del estilo habeas corpus, una decisión que irritó aún más la turbulenta política de la nación.
Habeas Corpus es el derecho del detenido o preso a comparecer inmediata y públicamente ante un juez o tribunal para que, oyéndolo, resuelva si su arresto fue o no legal, y si debe levantarse o mantenerse.
Cinco jueces de la segunda cámara de la Corte Suprema del país están resolviendo dos apelaciones separadas de los abogados del expresidente.
La corte ahora discute un segundo recurso que alega que el ministro de Justicia, Sergio Moro, no actuó imparcialmente cuando, siendo juez federal, encarceló a Lula por corrupción y lavado de dinero.
Si la mayoría de los jueces está de acuerdo con esta evaluación, la condena de Lula se anularía y el tribunal ordenaría su liberación.
El encarcelamiento de Lula en abril de 2018 representó un gran golpe para el Partido de los Trabajadores de izquierda, que gobernó el país desde 2003 hasta 2016.
Las encuestas mostraron que Lula encabezó la carrera presidencial en los últimos años, pero su condena le impidió postularse para el cargo.
A raíz de la indignación pública generalizada durante años de revelaciones de corrupción por gran parte de la élite política del país, incluyendo a Lula, los brasileños eligieron a Jair Bolsonaro, un congresista de extrema derecha que prometió acabar con el tradicional clientelismo político del país.
El caso de Lula ganó un impulso en las últimas semanas, ya que los mensajes filtrados publicados por el sitio web de The Intercept mostraban supuestamente a Moro compartiendo información y asesorando a los fiscales que trabajan en el caso contra Lula.
Moro ha cuestionado la autenticidad de los mensajes y niega que el material publicado muestre alguna indicación de sesgo.
El expresidente enfrenta un proceso judicial en al menos media docena de otros casos.
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