Los asesinatos de líderes sociales son considerados entre los mayores problemas de Colombia
El asesinato de una líder social ha despertado el enojo y la impotencia de la sociedad colombiana, quienes exigen a las autoridades justicia por la muerte de María del Pilar Hurtado.
Fue el pasado 21 de junio en la localidad de Tierralta —departamento de Córdoba, cuando la mujer salía de su domicilio, donde vivía con sus cuatro hijos, cuando fue acribillada por al menos dos sicarios que escaparon abordo de una motocicleta.
Sus dos hijos mayores de 9 y 11 años se encontraban en la escena del crimen y observaron el cuerpo inerte de su madre entre gritos de desesperación y tristeza.
Las imágenes del hijo mayor de la mujer golpeando las paredes en una clara muestra de dolor, rápidamente le dieron la vuelta al mundo, ejemplificando la violencia en la que se encuentra inmersa el sector donde radicaba la mujer de 34 años.
¡No más líderes sociales asesinados!
— Caracol Radio (@CaracolRadio) 21 de junio de 2019
Esta es la desgarradora reacción del hijo de Maria Del Pilar Hurtado Montaño, quien fue amenazada en panfleto de las AGC en Tierralta, Córdoba https://t.co/zEpxhIFD5u pic.twitter.com/qdmVWmGyNX
De acuerdo con las autoridades, María del Pilar ya había sido amenazada por un grupo denominado Autodefensa Gaitanista de Colombia, quienes desde hace dos décadas operan en la zona.
Mediante redes sociales este grupo delictivo había publicado una lista de personas que habían declarado ‘objetivos militares’, y en donde se encontraba nombrada María.
La víctima trabajaba en un aserradero, donde se fabricaban cajas de madera para transportar fruta, y era parte de un grupo de familias que habían levantado un asentamiento en un lote en desuso, en busca de acceder a viviendas propias.
“No pertenecía a ningún sindicato ni organización, pero sí era una líder comunitaria y negociadora a nombre de los que se asentaron en ese terreno”, explican sus vecinos, quienes señalan que ese lote resultó ser propiedad del padre del actual alcalde de Tierralta.
Luego de ello apareció el planfleto de la AGC que daba plazo hasta la medianoche del 1 de junio para que la gente se retirara del lugar.
“Después de esa hora, a quien encontremos en esas invasiones lo declaramos objetivo militar”, señalaba el panfleto del grupo armado.
El episodio despertó múltiples muestras de indignación en Colombia.
Instituciones como la Defensoría del Pueblo condenaron lo ocurrido y declararon que “Los gritos del hijo de Maria del Pilar Hurtado representan el dolor de todo un país”.
El asesinato también provocó una vigilia con velas en Medellín, como acto de repudio por el asesinato de la mujer, así como de otros cientos de líderes sociales en el país.
Con imágenes de Radio Caracol
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