Hay quienes mencionan en las redes que no necesitamos a EU y que podemos crecer aun con los aranceles, una posición también equivocada
La semana anterior fue complicada para la economía nacional, con el ajuste a las perspectivas de crecimiento económico, sumado a las calificadoras Moody’s y Fitch, que recortaron la perspectiva crediticia del país, además de las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 5%, que se incrementaría gradualmente hasta llegar al 25%, esto condicionado a que México solucionará el problema de la migración.
Ante esta última situación, el presidente López Obrador envió a una delegación encabezada por el canciller Marcelo Ebrard para buscar un acuerdo entre las dos naciones y evitar la imposición de los aranceles. Después de tres días de negociaciones, ambas partes llegaron a un acuerdo. EU deja suspendidos de manera indefinida los aranceles a las exportaciones y México se compromete a incrementar el esfuerzo para reducir la migración irregular y a recibir a las personas que esperen el término de su proceso de asilo en EU, ofreciendo oportunidades laborales, acceso a la educación y salud para ellos y sus familiares.
Después de una semana complicada, ésta fue una buena noticia para la economía nacional, misma que permite continuar con el proceso de aprobación del T-MEC. Aunque la noticia contrasta con la virulencia en las redes sociales, en donde se señala que el gobierno fue sumiso ante las exigencias del vecino, que fue vendepatrias por aceptar un acuerdo de este tipo y que nos hemos convertido en el patio trasero de EU. Con esas consignas hasta parece que les habría encantado que los aranceles se hubieran aplicado, sólo para sacar raja política de la situación, sin contemplar que la afectación económica que se habría producido nos hubiera tocado a todos por igual.
En el lado opuesto, hay quienes mencionan en las redes que no necesitamos a EU y que podemos crecer aun con los aranceles. Ellos piensan como Trump, quien afirmó en una entrevista “ellos (los mexicanos) nos necesitan, nosotros no”. Ésta es una posición equivocada, ya que los aranceles hubieran tenido consecuencias económicas importantes para los dos países. Se estima que habrían significado un incremento en la inflación, además de la pérdida de 400 mil empleos en EU y la caída de más de un punto del PIB en México.
A pesar de que fue un acuerdo favorable, no está todo resuelto. La negociación establece que se evaluarán los resultados en 45 días para ver si disminuyó el flujo migratorio y se concluirá la evaluación en un periodo de 90 días. De no lograrse reducir el flujo de migrantes, se tendría que participar nuevamente en reuniones para tomar medidas adicionales. Lo sucedido durante la última semana es una alerta para estar preparados en un futuro, porque no podemos estar a capricho de las peticiones del presidente Trump, lo que abre una ventana de oportunidad para diseñar una estrategia que incluya diversificar el comercio con más países y fortalecer el mercado interno, todo con la intención de blindar nuestra economía, la cual sigue siendo muy dependiente de EU.
El próximo 18 de junio, Donald Trump anunciará formalmente en Florida su candidatura para reelegirse. Recordemos que sus amenazas se enmarcan en el contexto electoral y que fueron muy utilizadas durante su campaña presidencial en 2016, por lo que no debe asumirse que la amenaza ya terminó.
Por Arturo Ávila Anaya
*Experto en seguridad nacional
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Es de reconocerse el gran esfuerzo que realizó el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, la embajadora, Martha Bárcena, y todo el equipo de trabajo que participó en las conversaciones, porque evitaron la imposición de aranceles, que habrían sido desastrosos para la economía del país.
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