La Policía Nacional está investigando los hechos como suicidio, después de que la mujer apareciera ahorcada en Alcalá
Una mujer de 32 años decidió terminar con su vida luego de que en su trabajo se difundiera un video íntimo de ella y este material llegara a ojos de su marido.
Los hechos ocurrieron en España, donde la Fiscalía de Madrid investiga al o los responsables de la muerte de la mujer, quien era madre de dos niños.
De acuerdo con las investigaciones el video habría sido grabado hacía cinco años antes de que la víctima, identificada como Verónica, contrayera nupcias con su actual pareja.
Según lo señalado por uno de sus compañeros, la mujer tenía miedo de que las imágenes grabadas antes de que se casara llegaran a su marido.
Cuando la trabajadora de la empresa llamada Inveco, se enteró que este material circulaba entre grupos de Whatsapp de su trabajo, no soportó la vergüenza y la presión por lo que decidió suicidarse el pasado 25 de mayo.
Medios de Madrid han informado que la mujer denunció el caso al área de Recursos Humanos de su empleo y estos le instaron a denunciar el hecho ante las autoridades, sin embargo Verónica rechazó la propuesta.
El dolor de sus compañeros El Comité de Empresa envió el lunes un comunicado para informar a todos los trabajadores de la situación y pedir un entorno de trabajo seguro, ya que entienden que en este caso “hay unas responsabilidades compartidas y tendrán que depurarse”.
Por su parte Comisiones Obreras de Madrid, interpondrá una denuncia ante la Inspección del Trabajo con el fin de que el suicidio se considere accidente de trabajo y se tomen medidas laborales y penales por acoso sexual contra los responsables.
Hasta el momento las autoridades desconocen quién fue la persona que reenvió el video y cómo fue que lo obtuvo, aunque se barajea la hipótesis de que las imágenes las compartió ella misma con una persona de la empresa con la que tuvo una relación sentimental hace más de cinco años.
Este sujeto se molestó con ella después de un rechazo y en venganza compartió su intimidad.
En un principio, Verónica no quiso darle importancia, pero luego fue víctima de “miradas y de gente que iba al puesto de trabajo para ver quién era la compañera. Sufrió mucha presión”, declaró un compañero.
El Código Penal español castiga con entre tres meses y un año de cárcel la difusión de imágenes privadas sin autorización de la persona afectada cuando se viole gravemente su intimidad y aunque la víctima diera en su día su consentimiento a la grabación.
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