El cardenal, que rechaza cualquier protocolo de poder o jerarquía, dedica sus noches a repartir comida entre las personas más necesitadas
Un adjunto del Papa Francisco causó la indignación de Matteo Salvini, un político antimigración y ministro de Interior de Italia, al reestablecer los problemas de electricidad en un edificio ocupado por cientos de personas sin hogar.
El sábado por la noche, el cardenal Konrad Krajewsky, rompió el cordón policial de un edificio estatal en desuso, bajó por la alcantarilla y reactivo los interruptores, que se encontraban inactivos desde hace una semana.
“¿Qué puedo decir? Era una situación particularmente desesperada. Repito: asumo toda la responsabilidad. Si llega una multa, la pagaré”, dijo Krajewski en una entrevista publicada el lunes en el periódico Corriere della Sera.
El inmueble está habitado por inmigrates e italianos que han perdido sus hogares desde el 2013.
Salvani se enfrenta a menudo con el Papa por cuestiones de migración y otros temas sociales.
“Defender la ilegalidad nunca es una buena señal. Hay muchos italianos e incluso inmigrantes legales que pagan sus cuentas, aunque sea con dificultad. La gente puede hacer lo que quiera, pero como ministro del interior, debo velar por el cumplimiento de la ley”, dijo a periodistas el lunes
Krajewski, afirmó que a partir de ahora pagará las facturas de electricidad del edificio, pero que para él, el problema va más allá del dinero.
“Hay niños allí. Lo primero que hay que preguntarse es por qué están allí. ¿Cuál es la razón? ¿Cómo es posible que las familias se encuentren en esta situación?”, dijo el religioso.
El jefe de la casa de limosna del Papa dedica sus noches repartiendo comida entre las personas más necesitadas que viven cerca de San Pedro, a quienes conoce por su nombre. No viste como un cardenal y rechaza cualquier protocolo de poder o jerarquía.
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