La controvertida ley tiene en cuenta excepciones, tales como que la salud de la madre esté en peligro, en caso de violación o incesto
En Estados Unidos, el gobernador de Georgia, Brian P. Kemp, promulgó una la ley para prohibir el aborto después de que se detecte el latido del embrión.
En lo que muchos consideraron una ofensiva republicana contra el aborto, esta nueva legislación anula la anterior norma que establecía que las mujeres podían someterse a una interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 20 de gestación.
Con la nueva ley, este periodo puede quedar limitado a seis semanas, un plazo en el que muchas mujeres incluso no saben a veces que están embarazadas.
“Georgia es un estado que valora la vida”, dijo Kemp en la firma del proyecto. “Protegemos a los inocentes, defendemos a los vulnerables, nos levantamos y hablamos por aquellos que no pueden hablar por sí mismos”.
No obstante, la controvertida ley de Georgia tiene en cuenta excepciones, tales como que la salud de la madre esté en peligro, así como en el caso de violación o incesto, siempre que sea dentro de la semana 20 de gestación.
Las críticas ante tal medida no se han hecho esperar y desde la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, siglas en inglés) ya han dejado saber que esta legislación “criminaliza la decisión de una mujer”, por lo que van a desafiar la legislación antes de que entre en vigor en enero de 2020.
“Esta ley es desconcertantemente inconstitucional”, dijo Elisabeth Smith, asesora principal del Centro de Derechos Reproductivos.
Kemp reconoció que el proyecto de ley probablemente será “impugnado en el tribunal de justicia”, pero dijo que Georgia “siempre continuará luchando por la vida” pues siempre existen otras opciones, desde la píldora del día después hasta la adopción.
La norma pasó por 92 votos frente a 78 el pasado 29 de marzo y este martes el Gobernador la ha convertido en ley.
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