British Airways calificó la turbulencia de “fuerte” e “inesperada”, destacando que la tripulación hizo todo por garantizar la seguridad de los pasajeros
El vuelo 2167 de British Airways proveniente de Londres y con destino a Tampa (Florida, EE.UU.) se vio afectado en la tarde del 5 de mayo por una severa turbulencia durante la parte final del trayecto. La emergencia provocó escenas de caos y pánico, según describieron la situación al canal WFLA algunos de los que la vivieron en primera persona.
Las fuentes hablaron del “pánico total” que se generó en la cabina de pasajeros cuando el avión atravesó una tormenta eléctrica. El brusco movimiento del fuselaje provocó heridas en al menos 21 personas (entre ellas varios niños), de las que 14 pasajeros fueron hospitalizados.
“Estoy contenta de estar con vida”, relató la pasajera Judith Knott, quien pensó “que el avión se estrellaría”. A causa de las sacudidas la mujer sufrió una herida en la parte superior de la cabeza y dolores en el cuello. “Fui a parar al techo” sin saber cómo, añade Knott.
“Estoy mirando hacia el techo y mi esposa está ahí arriba”, recordó Brian, esposo de Judith, que durante las turbulencias permaneció abrochado, a diferencia de su mujer. “Había niños pequeños gritando, llorando mucho”, añade.
Un comunicado emitido por la aerolínea califica la turbulencia de “fuerte” e “inesperada”, destacando que la tripulación “hizo todo lo posible” para garantizar la seguridad de los pasajeros.
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