El Día Internacional sin Dieta busca erradicar la idea de que valemos según nuestro peso, acabar con el miedo a la gordofobia pero teniendo tallas saludables
¿Qué tienen en común enfermedades como la diabetes, anorexia, bulimia, otitis, hepatitis A, caries, osteoporosis, pie de atleta o depresión, entre muchas tantas más?
Que en algunos casos son padecimientos que adquirimos por gusto propio.
Así es, ya sea por una mala higiene, hábitos dudosos, o una deficiente alimentación, dejamos a nuestro cuerpo expuesto a que virus, bacterias y desgastes innecesarios nos lleven al hospital por algo que se pudo evitar. Y para prueba un botón.
Si no terminamos el tratamiento por un resfriado, tomamos a la ligera una infección de oído o estamos expuestos al humo del cigarro, corremos el riesgo de padecer otitis.
Si no nos lavamos las manos, automáticamente nos formamos en la lista de riesgo para la influenza, hepatitis A o gripe. Y bueno, quieres una enfermedad de transmisión oral-fecal, entonces sigue sin lavarte las manos después de ir al baño.
¿Acostumbras bañarte sólo cuando es estrictamente necesario? Perfecto, tendrás más posibilidades de tener pie de atleta, hongos varios, y si vamos a la boca, el riesgo incluirá gingivitis o caries.
En fin, males que se pueden evitar con higiene. Pero, qué pasa con los riesgos a los que nos exponemos tan sólo por agradar a los demás.
Así es, enfermedades y padecimientos por querer ir con los estándares de belleza socialmente aceptables que nos hacen llegar del punto A al B sin esfuerzos pero si con muchos riesgos, me refiero a las dietas.
Y es que en el Día Internacional sin Dieta, médicos, psicólogos y demás especialistas busca crear conciencia ante lo que es estar saludable física, estética y mentalmente.
Erradicar la idea de que valemos según nuestro peso, acabar con el miedo a la gordofobia pero teniendo tallas saludables sin obsesionarnos o recurrir a regímenes, tratamientos o cirugías que podrían poner en riesgo nuestra vida.
Si no tenemos cuidado con nuestra alimentación o nos dejamos llevar por dietas sin las supervisión de nuestro médico quedamos expuestos a diabetes, enfermedades del corazón por una mala transportación de sangre u oxígeno, osteoporosis, anemia, cáncer, gota, bocio, hipertensión y más.
Así que imaginen esto. Vivimos en un mundo contaminado, con poco tiempo para ejercitarnos, una vida llena de estrés y lo que se junte en la semana. Muchos contras, como para ponerle más por gusto.
Se puede cambiar, por supuesto que si, es más empecemos desde hoy. Nuestra salud y alimentación nos lo van a agradecer.
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