Requirió más de 100 cirugías para tratar las quemaduras de su cara y sus manos, y las facturas médicas superaron los 5 millones de dólares
Jacqui Saburido tenía tan sólo 20 años cuando su destino se vio marcado por un conductor en estado de ebriedad.
En 1999, la joven estudiante salía de una fiesta en Austin, Texas, junto con otros 4 amigos, cuando su automóvil fue impactado por un conductor ebrio.
Dos de sus amigos fallecieron instantáneamente por el golpe, mientras ella y el conductor quedaron prensados dentro del vehículo que se encendió en llamas.
Ella sufrió quemaduras de tercer grado en más del 60% de su cuerpo, y fue sometida a varias cirugías de amputación y rehabilitación, mientras que el responsable fue declarado culpable de 2 cargos de homicidio culposo por intoxicación y condenado a 7 años de prisión.
Finalmente, Reggie Stephey, de entonces 18 años, fue puesto en libertad el pasado 2008.
Desde aquel momento la vida de Jacqui cambió para siempre y se convirtió en una defensora de la campaña: “Los rostros de conducir ebrio”, en contra de la conducción en estado de embriaguez del Departamento de Transporte de Texas.
“Incluso si significa estar sentada aquí frente a una cámara sin orejas, sin nariz, sin cejas, sin pelo, haré esto mil veces si eso ayudará a alguien a tomar una decisión sabia”.
Sin embargo, el proceso no fue fácil. Jacqui, quien creció en Caracas, Venezuela, había estado en Estados Unidos por menos de un mes, por lo que, según el Departamento de Transporte, al momento del accidente no contaba con seguro médico.
Requirió más de 100 cirugías para tratar las quemaduras de su cara y sus manos, y las facturas médicas superaron los 5 millones de dólares.
A pesar de ello, Saburido se convirtió en un símbolo de los peligros de conducir ebrio y logró llevar su mensaje y crear conciencia en cientos de lugares, incluso apareció en el show de Oprah Winfrey 2 veces.
De acuerdo con la Comisión de Bebidas Alcohólicas de Texas, Jacqui Saburido murió de cáncer el pasado 20 de abril en Guatemala. Tenía 40 años, pero se fue pensando que había cumplido su misión en esta vida.
“Esto es parte de mi misión aquí en la Tierra. Si esta cara y este cuerpo pueden ayudar a otros, entonces ¿por qué no?”.
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