Es mundialmente conocido por masacrar a millones de personas, pero existen curiosidades que probablemente desconocías
Si existió un demonio en el siglo XX ese fue Adolf Hitler. De él se han escrito miles y miles de libros y aún se intenta encontrar explicación al porqué de su tiranía.
Pese a ser dictador de Alemania, de convertirse en el defensor más despiadado de la expansión del país y de llenársele la boca con la palabra ‘Alemania, Alemania, Alemania’, Hitler nació un 20 de abril de 1889 en Braunau am Inn, Austria. Pero fue hasta el 25 de febrero de 1932 que consiguió la ciudadanía alemana.
Él y el régimen que instauró, el nazismo, masacró a millones de personas y muy pocos reivindican ya su legado. Cercado, derrotado y humillado, optó por pegarse un tiro en la sien.
Para conocer en mayor profundidad el perfil del dictador nazi no hay nada más recomendable que adentrarse en algunas de sus biografías.
Pero hay muchas curiosidades que tal vez desconocías de este tirano, aquí algunas de ellas.
- Los padres de Hitler eran primos por lo que tuvieron que pedir una dispensación papal para permitir el matrimonio.
- Para escuchar a Hitler en las asambleas públicas había que pagar entrada.
- Era un apasionado del circo, sobre todo si había espectáculos de mujeres en apuros.
- De cara al exterior era homófobo, mandando asesinar a todo aquel que pudiera “denotar” tendencias homosexuales.
- Se quedó temporalmente ciego pues resultó herido en dos ocasiones durante la Primera Guerra Mundial. La primera, en 1916, a consecuencia de las esquirlas de una granada. El 13 de octubre de 1918 fue víctima de un ataque de gas que le dejó temporalmente ciego.
- Hitler era un apasionado del cine tanto que disfrutaba cada noche en su cine particular de una película, en muchas ocasiones películas extranjeras prohibidas para el resto de la población alemana.
- Nadie osaba interrumpirle, tanto que era común que hubiera gente que se durmiera tras varias horas de discurso.
- Se preparaba a conciencia sus discursos, tanto que los preparaba durante días para causar buena impresión cuando tuviera que darlos.
- Era un maniático antitabaco, los cigarros estaban absolutamente prohibidos en su presencia. Pese a que de joven fue fumador, cambió drásticamente hasta el punto de que llevarse un cigarrillo a la boca lo consideraba “un acto decadente”.
- A pesar de estar años con Eva Braun, nunca se casó por miedo a que afectara a su imagen. Sin embargo, cuando Alemania estaba al borde de la derrota se casaron en secreto, suicidándose juntos al día siguiente.
- La figura de cera del dictador en el museo Madame Tussaud de Berlín duró tan solo cinco minutos, pues un visitante le arrancó la cabeza.
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