Siguiendo estas sencillas sugerencias, las vacaciones podrán ser un grato recuerdo al momento de volver a la oficina pasando la Semana Santa
¡Por fin llegaron las anheladas vacaciones de Semana Santa! Días de descanso, olvidarse de la rutina por unos días y disfrutar con la familia o en soledad, de la playa, el bosque o una ciudad colonial.
Si eres de los afortunados que podrán disfrutar de los días de asueto y emprenderás un viaje largo en carretera para conocer ese destino que has planeado, asegurate primero de tomar todas las precauciones posibles sin perderte por la euforia de la próxima salida, y así el trayecto de ida y vuelta corra sin mayor problema, disfrutando de un viaje seguro.
Toma en cuenta, que en todo periodo vacacional o de descanso, se incrementa el flujo en los caminos y autopistas del país, con cientos de familias que se desplazan, congestionando el tráfico y por desgracia, incrementando el número de accidentes.
Por eso es bueno tomarse un momento para desarrollar y revisar una serie de medidas de seguridad, que nos permitirán viajar con mayor tranquilidad y confianza.
En primer lugar, hay que revisar el estado mecánico del vehículo. Tomando en cuenta que hay carreteras en las que las regiones pobladas están muy alejadas entre sí, o que los servicios de auxilio en el camino están muy espaciados. Nuestra peor pesadilla puede ser sufrir una avería en medio de la nada o en la oscuridad, lejos de todo.
Lo mejor es tomarse al menos un día para llevar el vehículo con el mecánico de confianza para que haga una revisión general y verifique los niveles de todos los líquidos, la presión de los neumáticos, la computadora que pone en marcha el automotor y todos los mecanismos del mismo.
Elige bien la ropa y calzado. Ir frescos y cómodos nos ayudará a no cometer errores al manejar. Así como llevar bebidas frescas y algún refrigerio o snack que nos hagan el camino más llevadero.
¿Sabes a dónde vas? ¿Ubicas las zonas por las que pasarás? ¿Tienes idea de las referencias que te harán saber que vas por el camino correcto? ¿Conocer los índices de inseguridad por donde vas a pasar? ¿Tienes pensado qué ruta alterna tomar en caso de un imprevisto? Planifica y estudie las rutas del viaje, tanto de ida como de regreso.
Relacionado con el punto anterior, debes cerciorarte sobre el estado de los caminos y carreteras por las que deberás de transitar. ¿Se han visto afectadas por desastres naturales, accidentes o conflictos sociales de las localidades? Actualmente hay muchas herramientas con las que podemos conocer el estado de una vía, en tiempo real, como Google Maps.
No te olvides de estar al pendiente de los indicadores que aparecen en el tablero, ni de revisar el motor. Por ejemplo, examinar la temperatura del vehículo en las paradas te puede evitar un gran susto más adelante.
Días antes del viaje, haz un “check” de todos los elementos de seguridad que nunca deben faltar en el automóvil.
Aunque hayas ido al mecánico, los imprevistos nunca están exentos de ocurrir. Desde una avería en el motor hasta una llanta ponchada o un mareo de uno de lo ocupantes, por lo que el cinturón de seguridad debe funcionar perfectamente, debemos llevar un botiquín de primeros completo y a la mano dentro del vehículo, bloqueador solar, el extinguidor que no haya caducado, las herramientas mecánicas como llaves, pinzas, lámparas, triángulos reflejantes y demás.
¿Vas a manejar muchas horas? No vayas solo. Tener al menos a una persona que nos auxilie o con quien compartir la manejada y rolarse las horas al volante, siempre será una excelente idea.
Duerme bien la noche previa al viaje para comenzarlo descansado y fresco, con todos tus sentidos en óptimo funcionamiento.
Tampoco cenes muy pesado la noche previa, ni bebas alcohol o tomes medicamentos que te aletarguen. En las paradas a comer, tampoco hagas una ingesta abundante que te pueda ocasionar lo que coloquialmente conocemos como el “mal del puerco”.
Ligado con este punto, con conocimiento de causa te digo que hay que descansar de preferencia cada dos horas. Siempre y cuando tu seguridad no esté comprometida, aprovecha esas paradas para ir al baño y así puedas estirar las piernas y brazos, tomes aire fresco, te refresques con agua y te hidrates, así estarás más fresco y atento al volante.
Organiza la la cajuela y todo lo que llevarás dentro del vehículo, ya que tener una buena visibilidad en todos los espejos es de vital importancia. Así como garantizar que nada interfiera con el funcionamiento de pedales o palancas. Por favor, no dejes las botellas vacías donde sea, que puedan rodarse y volverse una trampa mortal entre tu pie y el acelerador o el freno.
¿Llevas niños? Además de preocuparnos porque lleven puesto el cinturón de seguridad, debemos pensar que con un viaje largo, es más que probable que se aburrirán y el interior del coche podría convertirse en una sucursal del mismo infierno o tratarán de llamar nuestra atención.
Aquí la recomendación es llevar algunas cosas con las que puedan divertirse y entretenerse.
Siguiendo estas sencillas sugerencias, las vacaciones podrán ser un grato recuerdo al momento de volver a la oficina pasando la Semana Santa.
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