Las modificaciones que ha tenido el artículo 3º obedecen a la coyuntura específica que vivía el país en cada momento. En 1917 era imposible garantizar la educación superior, algo que la actual propuesta sí contempla
La semana pasada se aprobó en comisiones en la Cámara de Diputados la iniciativa de reforma educativa. Dicha reforma plantea modificar de manera sustancial la de 2013. La nueva propuesta incluye modificaciones en los artículos 3, 31 y 73.
Desde la promulgación de la Constitución de 1917 a la fecha, se han realizado 10 reformas al artículo 3º, la última en 2016.
Analicemos los cambios históricos que ha tenido este artículo. En 1917 quedó asentada la laicidad de la educación y la gratuidad de la enseñanza primaria. En la reforma constitucional de 1946, la obligatoriedad de la educación primaria y se establece que toda educación que imparta el Estado será gratuita.
En la reforma de 1980 aparece el concepto de la Autonomía Universitaria y la libertad de cátedra. En 1993 se estipula la obligatoriedad de la educación secundaria y se añade al texto constitucional que “todo individuo tiene derecho a recibir educación”.
En 2002 se añade la obligatoriedad de la educación preescolar; en 2011 se agrega el respeto a los derechos humanos y en 2012 se incorpora la obligatoriedad de la educación media.
Las modificaciones más grandes y que generaron los reclamos del magisterio se presentaron con la reforma de 2013. En ésta se incorporaba el ingreso al servicio docente y la promoción mediante concursos de oposición, además, se introducía el concepto de educación de calidad —palabra que se repetía 5 veces en el texto—, con base en el mejoramiento de los educandos.
Las modificaciones que ha tenido el artículo 3º obedecen a la coyuntura específica que vivía el país en cada momento. En 1917 era imposible garantizar la educación superior, algo que la actual propuesta sí contempla.
Además, la iniciativa de reforma incorpora al texto constitucional el interés superior del niño y el enfoque de igualdad, lo importante es fomentar el piso parejo para los estudiantes, reducir la desigualdad y que todos cuenten con oportunidades de movilidad social.
Hay otras modificaciones como la abrogación de la fracción apartado d), de la fracción II, que mencionaba “será de calidad, con base en el mejoramiento constante y el máximo logro académico de los educandos” y que fue una de las controversias con la reforma del sexenio anterior, debido a que en el texto previo no se contemplaba a los maestros.
Éste es un cambio, pues en la iniciativa propuesta se reconoce al maestro como un actor de transformación social.
Otro punto de comparación sobre como se llegó a esta reforma. Un contraste bastante grande, ya que la previa venía de un acuerdo entre las principales fuerzas políticas, pero que dejó del lado las peticiones de académicos y maestros.
En contraparte, la iniciativa actual viene de un proceso que incluyó foros y audiencias públicas en las que participaron docentes, representantes sindicales, especialistas y académicos, entre otros.
Aún falta que se discuta en el pleno, así como incorporar las últimas modificaciones. Hay que darle seguimiento a lo que se discuta, al final, lo más importante es que sea en provecho de una buena educación para los niños y los jóvenes del país.
Por Arturo Ávila Anaya
DATA
Con la propuesta de la nueva reforma, el artículo 3º constitucional quedaría con 1,004 palabras más que el texto vigente y las que más aparecen repetidas son: educación (38 veces), ley (12), personas (10) y mejora (8).
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