Las vacunas actuales siguen siendo eficaces, sin embargo las cepas encontradas en los enfermos y la de las vacunas son diferentes
La Bordetella pertussis, bacteria causante de la tosferina está sufriendo cambios genéticos, lo que podría explicar el aumento de la enfermedad y la reducción de la efectividad de la vacuna en las últimas décadas, sugiere un estudio publicado en versión electrónica en Emerging Infectious Diseases.
“Hemos desarrollado una base de datos representativa de los conjuntos de secuencias genómicas completas derivadas de B. pertussis recuperadas en Estados Unidos que captan los cambios genéticos de la población concurrente con el resurgimiento de la enfermedad”, afirmaron el Dr. Michael R. Weigand, Ph. D., de Centers for Disease Control and Prevention de Estados Unidos, en Atlanta, Georgia, y sus colaboradores.
A finales de la década de los 80, los casos de tosferina han ido en aumento en Estados Unidos. “Este resurgimiento ha incluido más de 48 mil casos reportados en 2012 y recientemente, notables epidemias en todo el estado”, indican los autores.
Una de las posibles causas del aumento de la enfermedad es que B. pertussis circulante experimente una variación genética, lo que resulta en una divergencia entre la vacuna y las cepas clínicas de la bacteria.
Hasta hace poco la información genética detallada de la bacteria sólo estaba disponible para las vacunas y cepas de referencia en el laboratorio.
El Dr. Weigand y sus colaboradores analizaron los genotipos de 170 aislamientos de B. pertussis circulantes en pacientes. Las muestras fueron recolectadas de pacientes enfermos entre 2000 y 2013, y enviadas a Centers for Disease Control and Prevention por los laboratorios de salud pública estatales.
Los composición genómica a partir de los aislamientos muestra que existe una variación genética entre los aislamientos clínicos de B. pertussis y las cepas de las vacunas.
Este cambio incluyó una mezcla circulante de secuencia génomica (polimorfismos de un solo nucleótido) y variantes de la estructura cromosómica, así como un aumento de la deficiencia de pertactina, un factor de virulencia de B. pertussis, componente clave de la vacuna contra tos ferina.
El grupo de investigadores encontró 10 alelos deficientes en pertactina en 57 de las muestras clínicas aisladas, y la proporción de estos alelos aumentó rápidamente a partir de 2010. Las mutaciones asociadas con la deficiencia de pertactina incluyeron sustituciones, eliminaciones, interrupciones del promotor e inserciones IS481.
Si bien las vacunas contra tosferina actuales siguen siendo efectivas, estos hallazgos “proporcionan una base de investigación para dirigir futuras estrategias de salud pública”, concluyen los autores.
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