Los jóvenes han señalado que con los relojes análogos les cuesta mucho trabajo saber cuánto tiempo tienen para terminar una prueba
Las nuevas generaciones del Reino Unido están teniendo problemas para leer el clásico reloj analógico, por lo que las escuelas decidieron eliminarlos de las aulas, al menos en períodos de exámenes.
Los jóvenes han señalado que con los relojes análogos les cuesta mucho trabajo saber cuánto tiempo tienen para terminar la prueba, por lo que ese estrés extra los hace cometer más equivocaciones.
“La generación actual de jóvenes no es tan buena leyendo el reloj tradicional como las generaciones anteriores. Están acostumbrados a mirar la hora en su teléfono o en su computadora. Casi todo lo que tienen es digital y ven la hora en ese formato en todas partes”, explicó Malcolm Trobe, miembro de la Association of School and College Leaders.
Este insistió en que cada vez son más los adolescentes que llegan al liceo sin estar completamente seguros de cómo se leen las manecillas del reloj.
“Los docentes también quieren que sus estudiantes estén lo más relajados posible durante los tests. Tener un reloj tradicional en el aula puede ser una causa de estrés innecesario”, añadió Malcolm Trobe, que no negó que sería “una lástima” que el formato analógico desapareciese por completo.
Los relojes no son lo único “analógico” que está encontrando obstáculos en las aulas modernas. Móviles y tabletas desplazan a los lápices y lapiceras.
“Para poder sostener una lapicera y moverla es necesario tener un buen control de los músculos de los dedos. Los niños necesitan oportunidades para desarrollar esa habilidad. Es más fácil darles una tableta que animarles a trabajar esos músculos jugando con bloques de construcción, recortando y pegando, tirando de cuerdas… Por culpa de estos hábitos no están desarrollando las habilidades esenciales que necesitan para manejar un lápiz”, explicó Sally Payne, terapeuta ocupacional pediátrica.
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